La ya famosa esquina de La Plata sigue recuperándose del incendio que el 16 de julio destruyó casi por completo el depósito de Al Tecno S.A. en Diagonal 77 y 48. Tras más de un mes de trabajos de demolición, concluidos en su primera etapa, solo quedaron la planta baja y un primer piso tapiados con chapas, liberando al tránsito la histórica esquina.
Pero, a simple vista, encima del vallado de chapas se ven decenas de electrodomésticos que sobrevivieron al fuego: heladeras, microondas, lavarropas, termotanques, aires acondicionados y televisores ennegrecidos, pero aparentemente intactos.
UN BARRIO TODAVÍA CONMOCIONADO
En estos últimos días de agosto, vecinos y ocasionales transeúntes no pudieron evitar detenerse a observar hacia el primer piso chamuscado. Lo que sigue es un intercambio que quien esto escribe pudo oír, entre la sorpresa y el humor, y que parece resumir el espíritu de un barrio que empieza a recuperar la cotidianidad:
Vecina 1 (mate en mano):
—Che, mirá eso… ¡se salvaron un montón de electrodomésticos!
Vecino 2 (desconfiado):
—¿Salvaron? Eso estuvo al rojo vivo cuatro días. Los enchufás y explotan como fuegos artificiales en Año Nuevo.
Joven en bici:
—Pará… ¿y si hacen una liquidación? Tipo “electrodomésticos con aroma a humo, mitad de precio”. Yo me anoto.
Vecina 3 (riendo):
—¡Mitad de precio! Con lo que están las cosas, si los largan a un cuarto ya los vendés en Marketplace en diez minutos.
Señor mayor (apoyado en su bastón):
—En mis tiempos, cuando algo se chamuscaba, se decía “todavía anda”. Ahora le ponen “outlet post-incendio” y lo venden como vintage.
Vecino 2 (entusiasmado):
—Imaginate: “Lavarropas edición limitada, sobreviviente del fuego de Diagonal 77”. Eso te lo compran los youtubers para tener una historia que contar.
Joven estudiante transeúnte (señalando un televisor ennegrecido):
—¿Vos decís que prende?
Vecina 1:
—Prender, prende. Pero se prende fuego de nuevo.
Vecina 3:
—Al final la pregunta es una sola: ¿los venderán o los subastarán? Porque si hay subasta, yo voy.
Señor mayor:
—Yo lo que quiero es que alguno me regale un microondas, aunque quede perfumado a carbón. Total, calienta igual.
HUMOR SÓLO PORQUE NO HUBO VÍCTIMAS
Entre risas y comentarios irónicos, la esquina se transformó en una especie de “muestrario involuntario” de electrodomésticos sobrevivientes, símbolos de un siniestro que marcó al barrio y que, por un instante, volvió a despertar la creatividad y el humor de sus vecinos, que se permiten esa distención únicamente gracias a que la fortuna impidió que hubiera muertos o heridos.
Lo que está por definirse es si estos aparatos tendrán un destino comercial, serán subastados o simplemente quedarán como curiosidad urbana: mientras tanto, los platenses observan, comentan y se ríen, recordando que incluso tras un desastre, la vida cotidiana encuentra su manera de seguir.
Y muchos vecinos y comerciantes vuelven a la cotidianidad que este último mes les impidió el incendio.