Por segundo año consecutivo, el Día de San Cayetano se vive de manera atípica en Argentina debido al contexto de pandemia que atraviesa el mundo aunque, a diferencia del 2020, este año se permite que los peregrinos puedan acercarse al exterior de la parroquia ubicada en el barrio porteño de Liniers, donde se dispuso una imagen de San Cayetano, que está expuesta al aire libre en el atrio de la iglesia.
Si bien el templo de la calle Cuzco 150 permanecerá cerrado, los fieles tienen la posibilidad de circular, con los protocolos sanitarios correspondientes, frente al santo a través de una fila que avanza por la vereda de Cuzco en dirección sur, en sentido hacia la avenida Rivadavia.
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Las autoridades eclesiásticas desalentaron la presencialidad y animaron a participar de las distintas misas virtuales en las redes sociales del santuario. Además, con el objetivo de evitar aglomeraciones, se decidió que la imagen del santo permanezca expuesta no solo en el Día de San Cayetano, sino también durante todo agosto.
LA HISTORIA DE CAYETANO DE THIENE
Cayetano di Thiene nació el 1 de octubre de 1480 en la ciudad italiana de Vicenza en el seno de la familia de los condes de Thiene. Su nombre proviene del término en latín “caietanus“, que significa “oriundo de Caieta“, que era el nombre con el que se conocía a su ciudad en la época de los romanos.
Cayetano fue el último de los tres hijos del conde Gásparo di Thiene —un militar que murió en 1492— y de la condesa María Da Porto, una laica que se consagró a la orden de Santo Domingo.
En 1503, recibió el doble doctorado en Derecho Civil y Canónico por la Universidad de Thiene y poco tiempo después, con 25 años, fue nombrado protonotario apostólico en la corte del papa Julio II, en Roma. Con ese título, ayudó a reconciliar a la Santa Sede con la República de Venecia. En el año 1524 fundó la orden de los Teatinos o Clérigos Regulares, con la finalidad de luchar contra la Reforma Protestante y servir a los más pobres.
Cayetano eligió vivir alejado de las riquezas y, en su afán por “renovar el clero, predicar la doctrina, cuidar a los enfermos y restaurar el uso frecuente de los sacramentos”, se ganó el desprecio por parte de los clérigos que querían seguir disfrutando de las comodidades, aunque también obtuvo el apoyo de cientos de jóvenes romanos que se unieron a la vida de Clérigos Regulares que Cayetano proponía.
Cayetano de Thiene murió el 7 de agosto de 1547, a los 67 años, a causa de una enfermedad y fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X.
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