El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) eliminó una serie de eximiciones que afectan especialmente a la agricultura familiar. Lo hizo a través de la Resolución 232/25 de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca que entró en vigencia hoy. Le van a cobrar aranceles hasta a una escuela de la Patagonia.
Concretamente, la norma publicada en el Boletín Oficial de hoy apunta a “la reorganización las políticas arancelarias” del SENASA para que “todos los actores se encuentren en un pie de igualdad”. “En ese orden de ideas, se considera procedente discontinuar las eximiciones relativas a la agricultura familiar”, expresa.
De esta manera, los pequeños productores de la llamada agricultura familiar dejarán de contar con los servicios gratuitos del SENASA. Se trata de casi 150 análisis de laboratorio, ensayos o exámenes, que en algunos casos son obligatorios y periódicos, por los que ahora deberán pagar el mismo arancel que las producciones a gran escala.

En rigor, las autoridades derogaron 5 resoluciones en las que se habían oficializado estos beneficios. En simultáneo, actualizaron el listado de las personas jurídicas que conservan alguna eximición que quedó reducido a 7 entidades (casi todas organismos estatales) y 20 trámites.
En el afán de cobrarle a todos por cada servicio prestado por el SENASA, el gobierno libertario puso en jaque a una escuela secundaria ubicada en la localidad de Camarones, provincia de Chubut. Se trata del colegio 721 Caleta Horno que en el 2013 fue eximido del pago de la tasa sanitaria por el servicio de inspección que se hace en los establecimientos para procesar hasta 100 mil kilos de moluscos.
El establecimiento contaba con este beneficio porque se trata de una escuela técnica con una duración de 7 años. Sus estudiantes egresan como técnicos en biología marina, pesca y agricultura. Esto implica que como parte de la currícula realizan prácticas en un laboratorio vinculadas a la extracción, cría y procesamiento de especies marinas.

