En una declaración incomprensible, el vocero presidencial Manuel Adorni anunció una nueva resolución respecto a la acreditación de periodistas en la Casa Rosada, que está provocando rechazo entre comunicadores que defienden la libertad de prensa.
Adorni expresó que el objetivo de esta política es transformar la acreditación en un “privilegio” reservado para medios y periodistas que cumplan con ciertos criterios de “excelencia”.
“Estamos trabajando en una nueva resolución: vamos a hacer que sea un privilegio estar en la sala de conferencias de la Casa Rosada y que sea un privilegio ser un medio acreditado en la Casa Rosada. Se buscará la excelencia para acreditar medios según su alcance, según su audiencia, y además exigiendo determinadas características al periodista, en términos de experiencia, que tenga relación de dependencia con los medios. Vamos a buscar que les dé orgullo tener acceso a la sala de conferencias” manifestó Adorni en un mensaje que está siendo viralizado y discutido en redes sociales.
SOLO PERIODISTAS “DESTACADOS” (?)
La propuesta establece que la acreditación se basará en el alcance y la audiencia de los medios de comunicación, además de la experiencia de los periodistas y su relación laboral con los medios. Según Adorni, estas medidas están destinadas a asegurar que ‘solo los medios y periodistas más destacados’ tengan acceso a las conferencias de prensa en la Casa Rosada.
No obstante, esta declaración es interpretada como una forma de censura, en lugar de un pretendido “incentivo” para la excelencia periodística.
La idea de que la acreditación sea un “privilegio” produce desde el vamos mucha preocupación entre quienes ejercen la profesión de periodistas por la segura cohersion de la libertad de prensa, porque con certeza los criterios establecidos serán utilizados para excluir a medios críticos del gobierno, limitando el acceso a la información.
SELECCIÓN EXCLUYENTE Y CENSURA VELADA
El concepto de seleccionar a los periodistas según el “alcance” y la “audiencia” de sus medios no deja lugar a dudas sobre la falta de equidad y la transparencia de este proceso.
Medios independientes o con menor audiencia, pero que realizan un trabajo riguroso y crítico, podrían verse excluidos bajo estos parámetros. La insistencia en la “relación de dependencia” también podría dejar fuera a periodistas freelance, que muchas veces son quienes realizan investigaciones más profundas y menos complacientes con el poder.
Además, establecer la experiencia como un criterio exclusivo para la acreditación podría impedir que periodistas jóvenes y emergentes, que están comenzando sus carreras pero demuestran gran potencial y compromiso, tengan la oportunidad de acceder a las conferencias de prensa en la Casa Rosada.
LIBERTAD DE PRENSA EN PELIGRO
La libertad de prensa es un pilar fundamental de cualquier democracia. Limitar el acceso de periodistas a la sede del gobierno nacional basándose en criterios que pueden ser fácilmente manipulados para favorecer a medios alineados con el gobierno es un paso peligroso hacia la censura.
En una democracia, el acceso a la información y la posibilidad de cuestionar a los funcionarios públicos no debe ser un “privilegio”, sino un derecho garantizado para todos los periodistas.
Organizaciones defensoras de la libertad de prensa, tanto nacionales como internacionales, deberán (si aún no lo hicieron) expresar su preocupación por esta nueva política.
El argumento es uno solo: Cualquier medida que restrinja el acceso de periodistas a la información gubernamental, especialmente en un lugar tan simbólico como la Casa Rosada, debe ser rotundamente rechazado para evitar cualquier forma de censura.
Por lo que la propuesta de Manuel Adorni de transformar la acreditación de periodistas en la Casa Rosada en un “privilegio” basado en criterios de alcance, audiencia y experiencia, es una absoluta “paparruchada”, digna de alguien que desconoce de plano lo que es la libertad en una verdadera democracia.
Es crucial que el gobierno reconsidere estos criterios y garantice que todos los periodistas, independientemente de su afiliación, tamaño de su medio o nivel de experiencia, tengan igual acceso a la información y la posibilidad de cuestionar a los funcionarios públicos. Solo así se podrá asegurar una prensa libre, plural y democrática.