El síndrome de Estocolmo es definido como un “trastorno psicológico temporal que aparece en la persona que han sido secuestrada y que consiste en mostrarse comprensivo y benevolente con la conducta de los secuestradores e identificarse progresivamente con sus ideas, ya sea durante el secuestro o tras ser liberada”.
Para el ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, así fueron “acostumbrados” por el peronismo los vecinos y vecinas de La Matanza. Sus declaraciones, claro, se dan luego de haber sufrido una contundente derrota en las PASO, en donde Fernando Espinoza obtuvo 499.595 votos, representando el 64,48%, mientras que el ministro sólo aspiró a 168 mil sufragios, equivalentes al 21,8%.
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“La gente en La Matanza se acostumbró a la resignación porque los que la gobiernan hace 36 años hicieron todo lo posible para mantenerla pobre y para que la gente sienta el síndrome de Estocolmo, lo de identificarse con aquel que lo tiene prisionero a uno”, dijo en una entrevista para La Nación +.
Para el ministro, la campaña de Juntos por el Cambio buscó “mostrar cómo está verdaderamente el partido” y por qué no, tratar de visibilizar un supuesto síndrome que vive en la gente de La Matanza.
“Absolutamente sucede el síndrome de Estocolmo en La Matanza, por eso lo que nos gusta de nuestra campaña es que por primera vez mostramos cómo está verdaderamente el partido”, agregó.
Por último, el ministro reconoció que subestimó el daño que estaban haciendo las políticas de ajuste del gobierno de Macri y de las señales que envió la clase media previa a las elecciones. Al final, la cuestión económica parece haber sido el gran defecto de un gobierno integrado especialmente por empresarios.
“Igual estoy convencido de que esto se revierte y que las elecciones van a terminar en un balotaje”, cerró Finocchiaro.
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