Javier Milei no pudo contener el entusiasmo tras la elección del nuevo Papa. El flamante pontífice eligió el nombre de León XIV, y el presidente, que se autodenomina “el León” en redes sociales, celebró como si las “fuerzas del cielo” le guiñaran el ojo.
En sus redes, publicó una imagen generada por inteligencia artificial de un león con ropajes papales, creyendo que el nuevo Papa lo homenajeaba a él. ¿Coincidencia? ¿Delirio místico? Tal vez un poco de ambas.
Pero como suele ocurrir con Milei, lo que parece gracioso al principio se transforma en un acto de profunda ignorancia. Porque el nuevo Papa no se inspiró en ningún libertario con motosierra, sino en León XIII, autor de la encíclica Rerum Novarum (1891), el texto más importante del pensamiento social católico. Es decir: el manifiesto que defiende todo lo que Milei detesta.
¿Qué dice “Rerum Novarum”?
En 1891, León XIII rompió con la tradición eclesiástica de no meterse en “asuntos económicos” y publicó Rerum Novarum, una encíclica que se metía de lleno en la cuestión obrera.
Lo hizo en pleno auge del capitalismo salvaje, cuando los trabajadores eran explotados sin piedad. Condenó la miseria, la desigualdad, la explotación infantil, los bajos salarios y las jornadas de más de 12 horas.
¿La solución? No era dejar que el mercado “se autorregule”, sino todo lo contrario: el Papa reclamó la intervención activa del Estado, la existencia de leyes laborales, el derecho a huelga, salarios dignos y condiciones de vida humanas.
Habló de la “justicia social” mucho antes de que Perón popularizara el término. León XIII creía que el Estado debía actuar como árbitro entre capital y trabajo. Si suena incompatible con Milei… Es porque lo es.
Sindicatos: esos demonios para Milei, esos aliados para León
Uno de los pilares de Rerum Novarum fue la legitimación de los sindicatos. Aquel Papa alentó la organización obrera como un derecho y una necesidad. Defendió la acción colectiva y la posibilidad de que los trabajadores se agrupen para defender sus intereses frente a los empresarios. Nada de “contratos libres entre partes” en condiciones desiguales.
Mientras Milei arremete a diario contra los gremios, acusa a sus líderes de mafiosos y quiere pulverizar su poder con reformas laborales regresivas, León XIII los consideraba instrumentos indispensables para lograr un orden social más justo. En el texto, incluso se condena la idea de una libertad contractual absoluta, porque “no hay libertad real donde hay necesidad”.
La “Argentina potencia” que Milei quiere… era lo que León denunciaba
Otra contradicción monumental es el lugar desde donde Milei piensa el pasado. El presidente idealiza la Argentina de principios del siglo XX: el modelo agroexportador, el liberalismo económico, la inmigración y el Estado mínimo.
Pero esa “Argentina potencia” que tanto romantiza era también la Argentina de la miseria obrera, de los conventillos, de la explotación infantil, de las huelgas reprimidas a sangre.
Es decir: la Argentina de la Rerum Novarum. El mismo país que Milei quiere recuperar era el ejemplo exacto que León XIII denunciaba como del fracaso de un modelo económico que dejaba afuera a millones. El Papa pedía que se revierta esa lógica de acumulación en manos de unos pocos. Milei, por el contrario, la quiere recrear.
León XIV: el Papa que Milei quiso homenajear… sin entenderlo
Al elegir el nombre de León XIV, el nuevo Papa quiso recuperar el legado de León XIII. Fue una elección simbólica, con peso histórico. Una forma de decir: volvamos a poner la cuestión social en el centro de la agenda de la Iglesia.
Fue una señal hacia los pobres, los trabajadores, los marginados. Pero Milei lo leyó al revés. Vio el “León” y creyó que hablaban de él.
Entonces, posteó su imagen IA del león papal, creyéndose parte del relato. Como si el Vaticano hubiese pensado en su cuenta de TikTok al nombrar a su nuevo jefe espiritual.
Pero en verdad, ese nombre representa una visión del mundo completamente opuesta a la suya. Porque si León XIV de verdad quiere parecerse a León XIII, entonces su agenda se alinea más con los curas villeros que con los CEOS que rodean a Milei.
Milei, los símbolos y el peligro de “hablemos sin saber”
El episodio no es aislado. Es parte de una constante en el gobierno de Javier Milei: la apropiación superficial de símbolos, palabras o gestos que, en cuanto se les rasca un poco la pintura, se revelan incompatibles con sus ideas. Como cuando cita a Alberdi sin saber que ese mismo Alberdi defendía la educación pública. O cuando se dice “liberal” y cita a Hayek, que sí creía en un Estado presente en ciertas áreas.
Esta vez fue con el Papa. En su afán por parecer conectado con el acontecimiento global, Milei se colgó del nombre “León XIV” y se sintió parte de la historia. Pero, otra vez, lo que quedó en evidencia es su ignorancia. Si alguna vez se sentara a leer la Rerum Novarum, probablemente reaccionaría como con cualquier texto que hable de justicia social: con furia, insultos y una amenaza de “dinamitarlo”.
Un león fuera de la manada
En el fondo, lo que queda claro es que Milei no entiende lo que representa el Papa León XIV. Y mucho menos lo que representa León XIII. Cree que se puede apropiar de nombres, símbolos y figuras históricas sin entenderlos. Pero el pasado no siempre te da la razón: a veces te desmiente con fuerza.
León XIII fue un pionero del pensamiento social. León XIV parece querer retomar ese camino. Milei, mientras tanto, se sigue sacando selfies con una IA vestida de obispo. Y lo hace con una sonrisa de oreja a oreja, sin notar que, en realidad, está abrazando al enemigo de todo lo que dice defender.