La relación entre Argentina y Estados Unidos volvió a ocupar la atención internacional esta mañana. El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y el canciller argentino, Gerardo Werthein, realizaron declaraciones que generaron cierta confusión sobre posibles medidas de apoyo financiero de 30 mil millones de dólares.
Bessent afirmó en Twitter que el Departamento del Tesoro está dispuesto a ofrecer respaldo a Argentina dentro de su mandato.
Entre las herramientas mencionadas se incluyen líneas de intercambio de divisas, compras directas de dólares y adquisiciones de deuda soberana a través del Fondo de Estabilización de Cambio. “Todas las opciones de estabilización están sobre la mesa”, escribió, dejando en claro que EE.UU. podría actuar según la evolución de la economía y las necesidades argentinas.
En paralelo, Werthein desmintió los rumores sobre un préstamo de 30.000 millones de dólares, calificándolos de “absolutamente equivocados o falsos”. Subrayó que no han comenzado negociaciones formales de semejante magnitud y que la reunión con funcionarios estadounidenses se centrará en la relación bilateral y la situación económica, pero sin compromisos específicos de financiamiento.
¿Contradicción o matices distintos?
A primera vista, los mensajes podrían parecer enfrentados. Werthein niega categóricamente un préstamo directo, mientras que Bessent menciona posibles instrumentos de apoyo financiero.
Sin embargo, la clave está en el tipo de asistencia que se menciona: Werthein se refiere al trascendido del otorgamiento de un crédito concreto de 30.000 millones de dólares, que efectivamente aún no existe, mientras que Bessent habla de mecanismos condicionales, como swaps de divisas o compras de deuda, que permiten ofrecer respaldo sin comprometer cifras exactas.
En otras palabras, el secretario del Tesoro deja la puerta abierta a medidas de apoyo, mientras el canciller argentino aclara que no hay diálogos sobre un crédito específico ya. Ambos quizás hablen del mismo tema desde perspectivas diferentes, lo que explica que sus declaraciones puedan ser compatibles aunque a priori parezcan contradictorias.
La interpretación es clave
Por lo que se entiende hasta ahora, EEUU ofrece herramientas financieras posibles, pero sin comprometer cifras concretas, mientras que el gobierno argentino busca proteger la credibilidad y la calma del mercado desmintiendo préstamos aún inexistentes.
Entonces el “a quién le creemos” no se trataría de elegir entre uno u otro, sino de comprender los matices de cada mensaje: Werthein intenta “proteger” o blindar la realidad económica y Bessent señala la disposición estadounidense a ayudar si se dan las condiciones apropiadas.