Durante la última rueda de prensa en la Casa Rosada, el portavoz presidencial Manuel Adorni sorprendió a los presentes al rehusar responder una pregunta no por su complejidad o irrelevancia, sino por ser “demasiado aburrida” y porque él tenía “sueño“.
Este acto, que rápidamente se viralizó, volvió a colocar en tela de juicio la profesionalidad y el compromiso del funcionario con la transparencia y el deber informativo.
COMUNICACIÓN EN LA ERA DE LA INFORMACIÓN
En la actualidad, la comunicación política trasciende los límites tradicionales, adentrándose en un terreno donde la inmediatez y la transparencia son valores en alza. El vocero presidencial, Manuel Adorni, se convirtió en un personaje central en este escenario, especialmente tras su declaración de hoy jueves durante una conferencia de prensa que genera un torbellino de reacciones.
Adorni, conocido por sus conferencias diarias y su habilidad para esquivar preguntas incómodas, protagonizó un episodio que muchos califican de ridículo. Al enfrentarse a una pregunta que consideró “aburrida y que le provocaba sueño”, optó por una respuesta que, lejos de satisfacer, dejó entrever una falta de compromiso con el diálogo abierto y la rendición de cuentas.
“Es un tema largo, porque no se… siguen existiendo subsidios, pero… ya te digo, es un tema aburrido y demasiado extenso para un día que además estoy con falta del sueño que los médicos sugieren, tener esa discusión en esta conferencia“, deslizó
Manuel Adorni, el Vocero Presidencial calificó de aburrida una respuesta que debería haber brindado y se excusó en que tenía sueño
Esta actitud no solo refleja un desdén hacia la curiosidad periodística, sino que también pone de manifiesto una desconexión con las expectativas de la sociedad: En una era donde la información fluye libremente y los ciudadanos demandan claridad, la evasión de respuestas claras y concisas puede interpretarse como una falta de respeto hacia aquellos a quienes se debe servir.
El incidente suscitó una amplia gama de críticas en las redes sociales, donde el fragmento de la conferencia se viraliza. Los comentarios no se hicieron esperar, y muchos señalan la ironía de que un funcionario público, cuyo salario es financiado por el pueblo, eluda sus responsabilidades con excusas que rayan en lo absurdo.
MANUEL ADORNI, UN BOCHORNO SIN FIN
La comunicación gubernamental es un pilar fundamental en la construcción de la confianza entre el gobierno y los ciudadanos. Cuando un portavoz presidencial elige no abordar temas de interés público, no solo está fallando en su deber, sino que también está erosionando la confianza en las instituciones que representa.
El caso de Manuel Adorni es ejemplo de cómo no se debe gestionar la comunicación en tiempos donde la transparencia es crucial. Su respuesta deja una huella en el discurso público, una que sirve para entender la importancia de mantener un real compromiso con la verdad y la responsabilidad, incluso frente a preguntas que puedan parecerle”aburridas” o incómodas.
Es decir que la declaración de Adorni es un reflejo de los desafíos que enfrenta la comunicación política en la era digital. Es un llamado a la reflexión sobre la necesidad de adaptarse a las nuevas dinámicas de interacción con la ciudadanía, donde la honestidad y la disposición para el diálogo no son solo deseables, sino imprescindibles.
FIN.

