Una respuesta del presidente Javier Milei en “X” demuestra su incapacidad de interpretar una metáfora, rasgo distintivo del autismo también llamada “Condición del Espectro Autista”. El texto de quien publicó una captura de una réplica del mandatario dice: “Esta respuesta me alcanza para saber que es un TGD/TEA de acá a Japón. Los que estén familiarizados con el tema van a estar de acuerdo conmigo 100%“.
Si existe un modo sencillo de sospechar la condición del espectro autista en cualquier persona que nos rodea, es percatándose de la incapacidad que suelen tener aquellos que viven dentro del TEA para comprender un texto, ateniéndose a la pura literalidad de lo que expresa.
Esa respuesta reciente de Javier Milei al usuario de “X” (ex Twitter) parece dejar claras las sospechas de la condición neurológica que afecta al mandatario.
EL FIN DE LA METÁFORA
Un ejemplo gráfico que demuestra tal particularidad es que si a una persona autista se le dice que “lloverán lechuzas de punta“, como un giro literario para expresar que va a llover mucho, generalmente se sorprenderá, y creerá que lo que se le está transmitiendo es la posibilidad de un evento extraordinariamente exótico como sería que del cielo cayeran búhos, cual si fueran gotas de agua.
En esta oportunidad el intercambio que se generó entre el usuario “Omar” y Javier Milei decía: “Nunca le escribí a un presidente…solo le pido una cosa señor presidente: no sé alejé de la gente común la gente de barrio!”
A lo que en respuesta a @Omar20212021 el libertario replicó: “Lo intento sujeto a las restricciones que imponen los protocolos de la seguridad…“, demostrando que su interpretación de “no alejarse de la gente del barrio” era entendiendo ese pedido como para que cuando se encuentre con personas “comunes” en sus visitas a diferentes regiones del país, se acercara “físicamente” a saludarlos, cuando claramente la intención del interlocutor virtual de Milei se refería a “mantenerse cerca” en cuanto a resolver las necesidades básicas de las personas más sencillas, a las que suele referenciarse como “personas de barrio”, y no a acercarse a ellos literalmente hablando.