La situación llamó la atención, ya que Caamaño habitualmente se moviliza por sus propios medios y sola y en esta ocasión lo hizo acompañada por dos custodios.
La fiscal rehuyó el contacto con la prensa, pero fuentes judiciales confirmaron que desde ayer cuenta con custodia policial debido a que habría sufrido una presunta intimidación mediante “llamados y movimientos extraños en torno a su oficina”.
La fiscal investiga la causa por el crimen de Ferreyra, quien fue asesinado el miércoles 20 de octubre durante un enfrentamiento gremial de sindicalistas de la Unión Ferroviaria.