Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario, dio marcha atrás con la medida cautelar que había solicitado para impedir la difusión de audios donde se la escucha hablando, supuestamente en la Casa Rosada.
En un escrito presentado ante el juez, sostuvo que las grabaciones no afectan su intimidad ni comprometen la seguridad nacional.
El abogado de Karina Milei explicó que los audios filtrados “fueron obtenidos de manera ilegal y buscan desinformar y generar una campaña malintencionada contra ella“. Sin embargo, la funcionaria se arrepintió de mantener la cautelar y fue “entrando en razones” luego de evaluar que el impacto real sobre la seguridad y la intimidad era mínimo.
Fuentes extra oficiales señalaron que Karina habría temido más a las consecuencias electorales de ser acusada de censura previa y que esa fue una de las razones que la hicieron desistir de la acción judicial.
Además, la presentación llega en un contexto donde el Ministerio de Seguridad ya había iniciado una denuncia penal por la filtración de los audios, la cual sigue en investigación.
¿ENTRÓ EN RAZONES O TEME CONSECUENCIAS?
Con esta decisión, Karina Milei evita prolongar un conflicto judicial que podría tener repercusiones mediáticas y políticas, demostrando un cambio de postura frente a la polémica generada por la difusión de las grabaciones.
La funcionaria había enfatizado que su principal preocupación era la desinformación y la campaña mediática que se armó en torno a su figura, pero concluyó que no ameritaba mantener la restricción judicial.
El caso da a entender que hubo un giro en la estrategia de la familia presidencial frente a la exposición mediática: Karina Milei recapituló, se arrepintió y finalmente dio marcha atrás, dejando en claro que prioriza las posibilidades electorales y la estabilidad política por sobre la disputa judicial por la filtración de audios que Patricia Bullrich atribuye a espías rusos con colaboración mediática local.