Pese a ser un hombre de alta exposición pública, los dichos del fiscal que lleva adelante la investigación de la causa abierta por la salidera bancaria del Santander Río, se tornan en este caso particularmente críticos: antes que la manifestación de su posición al respecto, sus expresiones configuran una grave denuncia acerca de cierta complicidad en el ambiente del fútbol, a partir de su trabajo en sendas causas que involucran a barras bravas.
En efecto, Marcelo Romero enmarca sus dichos en la actitud de “jugadores, Técnicos y Directivos” que fueron citados por la fiscalía a su cargo, en las investigaciones sobre delitos cometidos por ‘Barras’ de Gimnasia y Estudiantes de La Plata, y en las que –denunció el fiscal- “sólo recibimos silencios y evasivas”.
“Ahora todo el mundo futbolístico se agrava de la cobarde agresión sufrida por los jugadores del Club Quilmes, y reclama a las autoridades del Sistema Penal del Estado, y nos sumamos a dicho agravio con nuestro repudio”, asegura Romero.
Sin embargo, cuestionó la actitud asumida por el ambiente futbolístico en las causas a su cargo, una de las cuales investiga delitos cometidos por la Barra de Gimnasia –amenazas al plantel en el Predio de Estancia Chica- y de Estudiantes –homicidio del Policía Federal en la Estación de ferrocarril de La Plata-.
En ese sentido, Romero se quejó porque “Algunos dirigentes de ambas instituciones, incluso, llegaron al extremo de negar conocer –siquiera por el apodo- a los referentes de las respectivas hinchadas”.