La muerte del Papa Francisco conmovió profundamente a la comunidad católica argentina. Apenas conocida la noticia en la madrugada del lunes, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, organizó una misa en su homenaje en la Catedral Metropolitana, templo central en la vida espiritual y política de Jorge Mario Bergoglio. La ceremonia comenzó a las 8:30 de la mañana y estuvo marcada por una fuerte carga emotiva, aunque también por una notoria ausencia: ningún representante del Gobierno Nacional asistió al acto.
“Se murió el padre de todos, el padre de toda la humanidad”, expresó García Cuerva al iniciar la homilía, en una frase que resumió el tono del homenaje. Horas antes, el arzobispo lo había visto en televisión dando la bendición de Pascua desde el Vaticano. Luego, a las 3 de la mañana, recibió la noticia del fallecimiento del pontífice y comenzó sin descanso a preparar la ceremonia. “Nos descolocó a todos”, admitieron desde la Catedral.
Estuvieron presentes figuras del Arzobispado como los monseñores Alejandro Giorgi, Sergio Dornellis, Alejandro Pardo y Pedro Cannavo, así como el rector del templo, Alejandro Russo, de histórica cercanía con Francisco. Entre los asistentes políticos se destacaron el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, y parte de su gabinete, entre ellos Clara Muzzio, Gabriel Sánchez Zinny y Victoria Morales Gorleri, quien se mostró visiblemente conmovida.

Un mensaje de unidad y justicia social
En su mensaje, García Cuerva destacó la coherencia de Francisco hasta el final y lo recordó como “el Papa de los pobres y los marginados que muchos excluyen”. Agregó: “Se murió el padre de la misericordia”, y llamó a no abandonar su misión: “Que todos seamos un poco Francisco”.
También rememoró su reciente encuentro con el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, donde el pontífice pidió “tender puentes, dejar de enfrentarnos. El dolor más grande para un padre es ver a sus hijos divididos”, recordó.
Más tarde, a las 10:30, García Cuerva brindó una conferencia de prensa junto a sus obispos auxiliares. Con un mate en la mano y sin ornamentos litúrgicos, buscó alejar el acto del debate partidario. “Se nos murió el viejo, no quiero que haya ninguna especulación política”, pidió conmovido.
Durante el encuentro, el arzobispo se quebró al recordar los días difíciles tras su designación como Arzobispo de Buenos Aires. “Él me llamaba todos los días. Siempre me decía: ‘No pierdas el buen humor, Dios es grande’”. También lamentó que el mensaje de Francisco no haya sido plenamente comprendido: “Nos quedamos en el chiquitaje. El Papa jugó en las ligas mayores”.
El vacío oficial y la agenda suspendida
Pese a los múltiples homenajes y expresiones públicas de afecto, la ausencia del Gobierno Nacional en la ceremonia no pasó desapercibida. Ni el presidente Javier Milei ni miembros de su Gabinete asistieron a la misa. El único funcionario que se acercó fue Claudio Avruj, presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas, quien, según fuentes eclesiásticas, lo hizo por cuenta propia. Desde el entorno de la Iglesia aseguraron que los únicos gestos oficiales provinieron de la Secretaría de Culto, encabezada por Nahuel Sotelo, quien podría asistir a los actos litúrgicos previstos para el resto del día.
Mientras tanto, el presidente Milei suspendió su agenda de actividades y se prepara para viajar al Vaticano en las próximas horas para despedir personalmente al Sumo Pontífice. Esta decisión implicó la postergación de su participación, junto al vocero presidencial Manuel Adorni, en el programa de streaming La Misa, conducido por Daniel Parisini (“El Gordo Dan”). También se suspendió el Congreso Libertario Bonaerense previsto para el 22 de abril en La Plata, evento cuyo cierre iba a estar a cargo del presidente.
Durante la conferencia de prensa, García Cuerva confirmó que algunos referentes del Ejecutivo se comunicaron para expresar sus condolencias, aunque aclaró que Javier Milei no fue uno de ellos.
La bandera de Plaza de Mayo y la que flamea sobre la Casa Rosada permanecen a media asta, en señal de luto. Además, el Gobierno decretó siete días de duelo nacional y suspendió todos los actos oficiales.
Más homenajes a lo largo del día
La Catedral Metropolitana permanecerá abierta durante toda la jornada del lunes. A las 17:30 se celebrará una nueva misa, y a las 19:00 García Cuerva presidirá una eucaristía en la Basílica de San José de Flores, donde el joven Bergoglio inició su camino vocacional.
La ceremonia central del sepelio, que se realizará en simultáneo con Roma, aún no tiene fecha confirmada y dependerá de las indicaciones del Vaticano.

