Elisa “Lilita” Carrió volvió a hacer lo que mejor sabe: patear el tablero con frases que dejan temblando a todo el arco político. Invitada a un programa en LN+, la exdiputada no se guardó nada y desató un vendaval de declaraciones dirigidas contra Javier Milei y su entorno más cercano.
La más impactante llegó casi sin anestesia: “Ha visto mucha pornografía infantil”, lanzó Carrió, en una referencia directa al costado “perverso” que, según ella, atraviesa la gestión del presidente libertario. El estudio quedó helado y las redes sociales se incendiaron en minutos.
Pero no fue lo único. Carrió apuntó contra la lógica de Milei al gobernar y sentenció que “las instituciones no se recrean con gatos”, en un claro palo a los modos poco convencionales del mandatario, quien en sus campañas y discursos juega con la idea de presentarse junto a políticas vulgarmente mencionadas como “felinos”.
Espert también en la volteada
El fuego cruzado también alcanzó a José Luis Espert, hoy primer referente bonaerense de la gestión libertaria nacional.
Carrió lo definió como un “insultante serial”, remarcando que su rol dentro del oficialismo se limita a la descalificación sistemática de opositores. La frase levantó guiños de aceptación entre críticos de Espert y nuevos choques verbales en el mundo político online.
Carrió, que ya había anticipado críticas a lo que denomina una “matriz menemista de corrupción” en el mileísmo, se encargó de dejar en claro que no piensa correrse del centro de la escena mediática.
Con su estilo frontal, eligió la pantalla de LN+ para detonar la bomba y posicionarse nuevamente como voz crítica en un escenario donde la oposición parece fragmentada.
Un escenario encendido
La entrevista dejó tela para cortar en todos los frentes. Desde la fuerte acusación de consumidor de “pornografía infantil” (todos recuerdan la polémica referencia a niños envaselinados de Milei en campaña) hasta la chicana sobre “los gatos” y el dardo envenenado a Espert, Carrió demostró que todavía puede marcar agenda con apenas unas frases.
El oficialismo, por ahora, eligió el silencio, aunque en los pasillos del Congreso ya circula la versión de que los dichos de Carrió podrían tensar aún más el vínculo entre Milei y sectores opositores dialoguistas.
Del otro lado, los defensores del presidente relativizan las palabras de la exdiputada y aseguran que se trata de “provocaciones mediáticas” que llevarán a la justicia.
Lo cierto es que, en un contexto político de alta temperatura, y en medio de una crisis producto de hechos de corrupción delatados por propios ex funcionarios, cada intervención de Carrió funciona como fósforo en un bidón de nafta. Y esta vez, su paso por LN+ no fue la excepción: dejó frases filosas, acusaciones fuertes y un escenario encendido donde nadie quedó a salvo.