Esta vez no hubo tiempo para un “Urgente, Alerta ni un Último Momento”. Eran las 5:29 de la mañana cuando la calma de la madrugada se rompió en el edificio de Crónica TV, ubicado en avenida Garay 130, en el barrio porteño de San Telmo.
Un hombre en situación de calle, cuchillo en mano y termo en la otra, irrumpió gritando como desaforado: “Me quiere matar la banda del crack”.
El intruso se metió en las oficinas, intimidó a la seguridad, rompió televisores y sembró pánico entre los trabajadores que estaban al aire. La escena obligó a cortar de inmediato la transmisión en vivo. ¡La pantalla de Crónica se fue a negro en pleno programa!
Los conductores Mauricio López y Barbie Pereira Corvalán, que estaban al frente de la emisión, se quedaron helados. El miedo se palpaba en los pasillos. Nadie entendía qué estaba pasando ni hasta dónde iba a llegar ese hombre que parecía decidido a todo.
OPERATIVO COMO DE PELÍCULA
Mientras el intruso se atrincheraba en una oficina, empezó el desfile de uniformes. En pocos minutos llegaron efectivos de la Policía de la Ciudad y de Gendarmería, que rodearon el edificio. Se desplegó un operativo enorme, con escudos, chalecos y sirenas. Un despliegue tan grande que la periodista Mercedes Ninci no dudó en graficar: “Fuerzas especiales de la Policía de la Ciudad rodearon el edificio, parecía el desembarco de Normandía”.
Desde dentro del canal contaron que “al grito de ‘me quieren matar’, amenazó a todos y se puso a llorar”. La tensión se prolongó durante más de una hora hasta que finalmente los agentes lograron reducirlo y trasladarlo detenido.
En Radio Mitre, Ninci agregó un detalle escalofriante: “Amenazó a los conductores y querían que le hicieran una nota”. Como si la irrupción violenta no alcanzara, encima pretendía salir en cámara.
NI TIEMPO PARA PLACA ROJA
Crónica volvió al aire, pero con el corazón acelerado
Después de más de una hora de incertidumbre, la pantalla de Crónica volvió a encenderse pasada las 7 de la mañana. Los destrozos materiales quedaron como testimonio de una madrugada insólita que, por suerte, no dejó heridos.
El detenido quedó bajo custodia y ahora será la Justicia la que defina qué pasará con él. En tanto, los trabajadores del canal todavía reviven la escena, marcada por el miedo y la adrenalina de un episodio digno de una película de acción, pero en vivo y en directo.
Crónica, fiel a su estilo, ya volvió a la normalidad. Pero esta historia quedará grabada en la memoria de todos los que estuvieron presentes en esa madrugada sin placa roja pero con cuchillo, gritos y operativo cinematográfico.