Nahir Galarza, quien fue condenada por el asesinato de Fernando Pastorizzo, volvió a acaparar los titulares al declarar luego de años en silencio desde la cárcel. Estas revelaciones forman parte de una serie documental de dos capítulos que explora su vida y el trágico incidente del 29 de diciembre de 2017, cuando el joven perdió la vida a causa de dos disparos.
Nahir: el secreto de un crimen (Amazon Prime) realiza un enfoque más íntimo, y muestra a la acusada en la cárcel en la que cumple sentencia desde el 3 de julio de 2018 siendo entrevistada por Alejandro Hartmann, director del documental.
QUÉ DIJO DESDE LA CÁRCEL
En sus dichos, Galarza proporcionó una visión compleja de su relación con Pastorizzo. Aclaró que, aunque Fernando no era su novio oficial, ambos se molestaban mutuamente si el otro estaba con alguien más. “Es complicado porque tuvimos distintas etapas. Los dos sabíamos que no teníamos una relación seria… Que nunca nos íbamos a presentar a nuestra familia, que nunca íbamos a poder hacer cosas de pareja, pero a la vez nos seguía molestando que el otro hiciera algo”, explicó Nahir.
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NAHIR Y FERNANDO, UNA RELACIÓN TÓXICA
La joven de 24 años también habló sobre la toxicidad y la violencia que marcaban su vínculo con Fernando. Según sus palabras, la relación no era sana y él manifestaba comportamientos violentos. “Nos separábamos y estábamos mejor, pero nos sentíamos mal y volvíamos a hablar. Yo lo veía llorar, me daba tristeza, me sentía culpable… O terminaba apareciéndose en mi casa a las 2 de la mañana. La situación se fue agravando y poniéndose más violenta. Se enojaba mucho y se ponía de una manera que yo nunca lo había visto”, relató Galarza.
Nahir recordó incidentes específicos que ejemplifican la violencia que sufría. “Una vez Fernando rompió su propio celular. Después ya directamente empezaron los golpes hacia mí, me empezó a pegar a mí. Siempre era por celos, porque hacía cosas que no le gustaban, por la ropa que me ponía o porque se enteraba con quién me hablaba, con quién me había visto”, detalló.
Para finalizar, Galarza describió cómo intentaba manejar la situación, buscando evitar confrontaciones y tratando de calmar a Pastorizzo. “Lo único que quería era que la terminara, entonces le decía que era todo mentira o le pedía perdón. Todo para que él se calmara. Es como que no sabía cómo defenderme tampoco”, concluyó.


