Diferentes y reiterados episodios de inseguridad en medio del aislamiento social, causaron alarma y preocupación en una zona del barrio platense de Villa Elisa, y ante la falta de respuestas de las autoridades municipales y policiales, los vecinos resolvieron organizarse en una red para encarar a su cargo, tanto tareas de prevención y asistencia comunitaria como refuerzo de alumbrado, colocación de alarmas comunes y monitoreo de movimientos de vehículos y personas.
Según el relato de varios habitantes de la zona, comprendida entre las calles 417,4 15,413 y La Garza, entre 21ª y 22, en los últimos 20 días, se han producido robos en diferentes viviendas -en una de ellas se repitieron tres consecutivamente en poco más de una semana-, asaltos a manos de “motochorros” y sustracción de todo tipo de bienes y hasta perros de raza.
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El “modus operandi” de los ladrones, en el caso de ingresos a viviendas, se repite: “destruyen alambrados perimetrales y cercos para acceder a las fincas y así intentan -y en algunos casos lo logran- abrir con barretas puertas de accesos a casas, depósitos o pequeños galpones, para luego alzarse con herramientas, bicicletas, pequeños muebles y todo lo que consideren de valor”, relató una de las vecinas que fue víctima de los malhechores.
En la mayor parte de los sucesos se radicaron las denuncias policiales con intervención judicial, pero nada hasta el momento ha sido esclarecido ni los autores identificados, pese a que, en algunos casos, se contaba con registros fílmicos.
Si bien los hechos se repitieron mayoritariamente por la noche, han habido casos durante el día y varias veces al final de la tarde, pero, milagrosamente, al menos hasta el momento, no se han registrado ingresos con violencia sobre estas familias, aunque en una finca cercana al barrio, malvivientes irrumpieron armados a una finca amenazando a una persona mayor y sus nietos, aunque, afortunadamente no los hirieron. Al conocerse este suceso, obviamente disparó aún más la intranquilidad y angustia por la ola delictiva.
Los vecinos sostienen que los robos se ven facilitados por dos situaciones concretas, “la deficiente iluminación pública y el insuficiente patrullaje policial en nuestra zona”.
Frente a la ola de robos y la falta de respuestas tanto de la comuna como a las autoridades policiales, los vecinos decidieron encarar algunas soluciones alternativas “aunque estas no disminuyen ni los riesgos ni el temor del vecindario por la inseguridad”.
En ese sentido, se creó una red de intercomunicación barrial para mantener en alerta a las familias; se está encarando la adquisición y colocación de luminarias más potentes y resistentes para evitar que sean destruidas por los ladrones; se planea la instalación de alarmas interconectadas en todo el barrio, a la vez que, “proyectamos monitorear con cámaras hogareñas colocadas en cada vivienda, los movimientos de personas y vehículos en nuestra zona, como un modo de que todos los vecinos seamos protagonistas de nuestro propio cuidado”, aseguran los habitantes de esta barriada de Villa Elisa y sostienen que “ya con el mejoramiento de la iluminación pública, avanzaremos algo, claro que haciéndonos cargo de una responsabilidad que debería asumir el Estado municipal, hoy ausente”.
Reclamos sin respuestas
En cuanto al alumbrado público relataron que “venimos reclamando por este tema desde hace por lo menos un año, tanto al municipio como a Edelap, no solo para el reemplazo y colocación de nuevas luminarias, sino también para la reparación de cables caídos que ponen en riesgo a las personas”.
Además, en algunas cuadras del barrio, además de destruir luminarias, los malhechores se robaron tendidos íntegros del cableado que alimenta columnas de luz, y tampoco en este tema se ha recibido respuesta ni del Estado ni de la empresa eléctrica.
Respecto del patrullaje policial los vecinos precisaron que “siempre fue mínima la presencia de efectivos en el barrio, pero desde que comenzó la cuarentena se invisibilizó, al menos aquí” y agregaron que en Villa Elisa, “según nos han informado, hay disponible un solo patrullero para recorridas hasta Arturo Seguí, con lo cual tenemos pocas esperanzas de que atiendan nuestros reclamos”.
Al mismo tiempo se viene demandando pero sin respuesta oficial, la urgente reactivación del Centro de Monitoreo policial que funcionaba en Camino Centenario y calle 44, con 10 patrulleros al servicio de la localidad y que actualmente está desarticulada y sin móviles disponibles.
Se denunció, por otra parte que igualmente se encuentran abandonados -y se torna fundamental reponerlos- los puestos de control policial que, por gestión vecinal, se habían instalado con cámaras de seguridad en los accesos a Villa Elisa sobre los caminos Belgrano y Centenario en el límite con el Parque Pereyra-
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