Enseguida pensó en él. Cuando Rodrigo Castillo finalmente fue vendido a Lanús, Alejandro Orfila aprobó la llegada del Chelo Torres. Y vaya casualidad, justo con el ex goleador del Lobo en el banco del Grana (luego entró en el ST), su sucesor en el Lobo empezó a pagar con goles. Ahora, sumó uno más, el segundo consecutivo.
Torres venía de marcar el segundo gol contra el Tomba, en Mendoza, y ahora volvió a convertir, también en el primer tiempo, con una gran definición al primer palo de Losada.
Fue un muy buen gol del Lobo, porque la jugada la inició el pibe Merlo, con una linda una guapeada, que terminó con el pase al delantero, ex Boca, que la aguantó bien, se sacó de encima a su marcador y, cara a cara con Losada, eligió bien dónde colocarla para marcar el 1-0 parcial.
El festejo llegó con dedicatoria especial. Se puso la pelota en la panza, en clara señal de la llegada de un bebé, justo en el Día de la Niñez. Un domingo particular para el Chelo.
Rodrigo Castillo ingresó en el ST
Por su parte, el ex goleador del Lobo pasó casi inadvertido en la previa. Sólo recibió algunos aplausos cuando se metió en el banco de Lanús, pero nada más. Ni siquiera hubo plaqueta ni nada por parte del club.
Ya en el segundo tiempo, Pellegrino lo hizo entrar apenas empezó esa etapa.