El Pincha no pudo anoche ante Barcelona de Guayaquil, en un partido en el que erro los caminos y terminó cosechando su segunda derrota en igual cantidad de partidos en el Grupo 1, complicando sus chances de pasar de ronda en la Copa Libertadores.
El esquema de Nelson Vivas sorprendió en la previa pero no lo hizo dentro del campo de juego, y con la formación que dispuso de entrada no pudo inquietar prácticamente en ningún momento a un equipo áspero y ordenado como el que tuvo enfrente.
La ausencia de un nueve de área, además de llamativa, fue tranquilizadora para el Torero, que no tuvo problemas para contener a una delantera liviana del León, repleta de hombre veloces pero sin una clara referencia de área para pelear en el mano a mano.
Solo el DT sabrá por qué resignó sesenta minutos del encuentro sin Javier Toledo dentro del rectángulo de juego, no solo por la clara falta de una referencia en el ataque, sino también por el buen momento que atraviesa el ex San Martín de San Juan.
Su ingreso coincidió con el momento de mayor desesperación en Estudiantes, pero también con la situación más clara que tuvo el equipo, justo antes del segundo gol, con un furioso remate en el palo del propio Toledo, tras una muy buena maniobra individual.
Más allá del flojo nivel del equipo la sensación que quedó en el aire en 25 y 532 fue que el DT erró el plantel, y en un partido que había que ganar la idea fue salir a especular más de la cuenta. El Pincha lo pagó caro, y ahora tendrá que ganar todo lo que se viene si quiere avanzar.