Fue un año difícil en la vida de Estudiantes de La Plata respecto a la partida de algunas glorias. En mayo pasado fue Juan Ramón Verón, uno de los grandes jugadores de la historia de la institución, y hace muy poco tiempo el que dejó este plano fue Miguel Ángel Russo, el entrenador de Boca Juniors, pero que siempre llevó en su corazón la roja y blanca.
Uno de los últimos deseos de Miguelo era que sus cenizas sean esparcidas en los clubes que lo marcaron en su carrera como jugador y DT. Una parte de las mismas fueron colocadas en una parte del predio que tiene el Pincha en City Bell, donde un joven Russo empezó a soñar con la pelota y vivió toda su carrera como futbolista, para luego ser entrenador en un momento bravo como fue el ascenso.
Juan Sebastián Verón compartió una postal donde se pueden ver las placas en honor a Miguel, pero también a su padre, la Bruja, que también quedará para siempre en el Country Club, donde supo dejar su vida y acompañar siempre al plantel profesional, como también a los chicos de las juveniles, viendo cada entrenamiento y cada jornada de fútbol.

De acuerdo a lo que pudo saber Cielosports.com no se trata solo de una placa en homenaje para cada uno de los ídolos en cuestión, sino que también en el caso de la Bruja sus cenizas reposarán para siempre en UNO, al lado de las de quien fuera su compañero y amigo.
Acompañados por las familias, uno de los que estuvo presente fue Ignacio Russo, el hijo del deté, que hoy defiende la camiseta de Tigre y que le manifestó a su entorno que en algún momento le gustaría vestir con la camiseta del León. Quizás el futuro encuentre esos caminos en algún momento.
Lo cierto es que se vivió un momento muy especial en el Mariano Mangano, en una reunión privada y muy cercana, lejos de los flashes, como se debía hacer la despedida para dos emblemas de la historia de Estudiantes, que van a quedar para siempre en su lugar en el mundo.
El mensaje de Nacho Russo en agradecimiento a Verón


