En octubre del año pasado, por la última fecha de la Liga Profesional, Racing recibía a River en el Presidente Perón, mientras que Boca hacía lo propio con Independiente en La Bombonera. La Academia llegaba en segunda colocación, con una unidad por debajo del Xeneize, en tanto que el Millonario y el Rojo ya se encontraban lejos de cualquier pelea. Y dentro de una definición que terminó siendo histórica por los equipos involucrados, hubo una situación que los hinchas Albicelestes aún hoy se lamentan.
Con todo a su favor luego de una semana cargada de suspicacias, los de Fernando Gago tenían un penal a su favor en el minuto 90, con el cotejo 1 a 1, por lo que un tanto en el Cilindro podría significar un nuevo campeonato para los suyos. Y pese a lo que se suponía, del disparo desde los 12 pasos no se encargó ni un histórico de Racing ni Enzo Copetti, goleador de aquel once. Fue Jonathan Galván, recientemente llegado de Huracán, quien se hizo cargo del cobro. La historia es conocida: remate cruzado débil, atajada de Franco Armani y gol de Miguel Borja en la jugada siguiente para despojar a la Academia de cualquier posibilidad.
Lo cierto es que aquella situación quedó en la memoria y el análisis de un mundo del fútbol que no olvida y el cual todavía se pregunta por qué no pateó Copetii. O en su defecto Gonzalo Piovi o Gabriel Hauche, otros nombres importantes que en aquel momento se encontraban en el campo de juego.
Ante esto, el actual delantero del Charlotte Football Club de la MLS estadounidense explicó los motivos de una decisión que la mitad de Avellaneda difícilmente pueda olvidar, aún con el paso del tiempo. Racing tenía todo para consagrarse ante su gente, incluso el apoyo de Independiente, que a pesar de que venía muy mal, le empató al Xeneize a domicilio. Sin embargo, la Liga Profesional 2022 terminó en manos de Boca.
Liga Profesional: Qué dijo Enzo Copetti del penal no pateado contra River
A través de su Twitch personal, el exdelantero de Racing recordó aquella situación y remarcó: “El primer penal contra River lo iba a patear yo, porque estaba al borde de hacer el gol y me quedé con esa pica de que, si yo pateaba, lo hacía el gol. Como Matías (Rojas) era el encargado de patearlo, pero si hay uno que viene convirtiendo y no lo dejan patear… Son decisiones. Eso et hace perder un poco la confianza”, indicó en cuanto al 1 a 0, el cual llegó desde los pies del paraguayo
Y en cuanto al segundo, el de la gran polémica, agregó: “Después para el otro yo ya estaba cansado, y como no me sentía confiado para patear, decidí decirle a otros chicos si querían patear”. La historia terminó en los pies de Galván, las manos de Armani y un festejo atragantado para toda la Academia.

