La Selección de Alejandro Sabella consiguió un lugar en la historia en Brasil y se metió en una final de Mundial tras 24 años, algo en lo que héroe fue uno de los más cuestionados en la previa de la Copa: Sergio Romero. El arquero atajó dos penales en la definición para darle la clasificación al partido decisivo, y luego del encuentro contó sus sensaciones.
A la hora del desahogo, el arquero del Monaco le dedicó la clasificación y su actuación a su familia, pero se acordó además de la numerosa hinchada argentina que se hizo presente en San Pablo: “Es también para toda esta gente que vino y nos está bancando hace mucho tiempo, es una alegría inmensa”.
“Es suerte, es la realidad”, admitió Chiquito sobre el desenlace que se vio en la segunda semifinal que lo tuvo como figura. “Uno puede acertar y no llegar, como le pasó al arquero de ellos que la tocó e igual entró”, añadió el arquero argentino que sacó pecho al tapar los remates de Ron Vlaar y Wesley Sneijder, para cerrar diciendo: “Me tenía confianza y por suerte salió bien”.
De cara al próximo partido, que tendrá a la Albiceleste enfrentando a una Alemania entonada que viene de aplastar a Brasil con una derrota histórica, Romero dejó en claro que irán por todo: “La esperanza está intacta, desde el día uno, desde el día que dijimos que íbamos a dejar todo. Estos muchachos no regalan nada”.
“Disfruten el momento”, les dejó como mensaje a todos los hinchas que los acompañaron y a aquellos que los alentaron desde Argentina, para cerrar dejando en claro lo que pueden esperar del equipo el próximo domingo: “Nosotros, como siempre, lo vamos a disfrutar ahora per mañana ya nos vamos a mentalizar en lo que viene”.