Ganar una medalla en los Juegos Panamericanos Juniors no es cosa de todos los días. Pero que el club donde practicás el deporte en cuestión te reciba con una explosión como la que vivió Alem Yuma en su regreso a la actividad tras ser podio panamericano, es algo que jamás olvidará.
Alem, apenas 18 años, acababa de conquistar la medalla de bronce en la categoría -81 kg de judo de los Juegos Panamericanos Juniors Asunción 2025. Un logro que no es fruto del azar, sino de una herencia silenciosa: creció entre tatamis, llaves y caídas, guiado por dos padres, Fernando Yuma y Elizabeth Copes que también fueron atletas de alto rendimiento, competidores, y desde hace décadas, profesores de judo.
Hace unas horas una de las cuentas oficiales del club publicó un video del pibe ingresando a la sede del club entre banderas, aplausos y un relato muy especial, en el que se destaca su logro.
Por si semejante recepción fuese poco, dicho video fue replicado en las redes personales del presidente Verón que, sabido es, utiliza ese medio para destacar aspectos que desea que se conozcan.
LA RUTA HACIA EL BRONCE
En su camino hacia el podio, Yuma venció en el debut al venezolano Luis Pariche, cedió en un cerrado combate contra el canadiense Arthur Karpukov —quien más tarde se quedaría con la plata— y finalmente se impuso en el repechaje al peruano Benjamín Galarreta.
El combate por la medalla fue una lección de concentración: el rival acumuló tres infracciones y Alem no dejó pasar la oportunidad. Su triunfo, sellado por ippón, fue la recompensa a meses de preparación meticulosa.