El Clásico de la Copa Sudamericana quedó atrás y es solo cuestión de horas para que el del torneo local lo haga también, con un escenario en el que Estudiantes llega mejor que Gimnasia desde lo anímico pero desde lo futbolístico lo hace también con varias bajas.
El Pincha y el Lobo estarán saltando a la cancha mañana por la tarde en la última edición del año de un Clásico cuyo número en este 2014 fue algo fuera de lo común, con los dos correspondientes al torneo local, los dos de copa y los dos de verano.
Luego del triunfo Albirrojo del pasado martes y de su consecuente pase de ronda en la Copa Sudamericana, el conjunto de Mauricio Pellegrino llega con una ventaja anímica, pero sabe que todos los Clásicos son importantes y por eso deberá repetir lo hecho.
El Lobo, mientras tanto, llega con la herida de la última derrota todavía bien fresca en la memoria, pero también con la necesidad de calmar las aguas con un triunfo que sirva, sino de revancha, sí de consuelo y por qué no de venganza.
Pensando en lo futbolístico la taba parece darse vuelta, ya que el que llega más golpeado es Estudiantes. Mientras Gimnasia podrá repetir equipo si Pedro Troglio así lo dispone, el conjunto Albirrojo deberá realizar al menos tres modificaciones que se prevé serán cuatro.
A las ya conocidas expulsiones de Jonathan Schunke e Israel Damonte se sumó en el último partido la lesión de Joaquín Correa, quien si bien estará entre los concentrados no saltará a la cancha desde el arranque, y a Pellegrino no le quedará otra que meter mano.
Claro está, con el triunfo por la Copa a cuestas, la presión en este sentido será mucho menor, y la misma recaerá un poco más en los futbolistas del Lobo, que buscarán lavar la pobre imagen dejada y recomponer su fútbol para poder quedarse con una victoria clave.
Pensando no tanto en lo sucedido en esta semana sino en la situación en el torneo, la victoria en el partido de mañana por la tarde asoma como algo importante para ambos, aunque una vez más, quizás sea más urgente para Gimnasia.
Con solo un triunfo en los diez partidos que lleva disputados en el semestre contando las copas, el Lobo se encuentra en las últimas posiciones con solo 6 unidades, y necesita comenzar a sumar. Estudiantes, igualmente, no se encuentra mucho mejor, y con 9 puntos, también buscará subir en la tabla.
Las cartas parecen estar echadas ya sobre la mesa, y será cuestión de tiempo para que una nueva función comience. Allí, tanto unos como otros irán en busca de una victoria que, con mayores o menores urgencias, ambos necesitan.