El partido contra el Talado era un 0 a 0 clavado, pero el Pincha se encendió y con varios minutos de lucidez pudo cambiar el rumbo para terminar con tres puntos en el bolsillo. En una semana logró cambiar lo que venía haciendo en enfrentamientos anteriores. Lejos de ser un claro dominador en el Florencio Sola, ganó un partido en donde se mostró Pavone dependiente.
Si de intención se trata, Banfield fue el que más apostó en esa primera etapa, aunque no le llegó con demasiadas complicaciones a Estudiantes. ¿Qué hizo el Pincha? Estuvo ordenado y tuvo que compensar la falta de la pelota con capacidad física. A pesar de los movimientos de los jugadores, no hubo conexión de mitad de cancha hacia adelante.
En el contragolpe gravitó y no tuvo sorpresa, Pavone y Apaolaza no fueron grandes protagonistas, y los volantes no pudieron inquietar a la defensa de Banfield. Solamente un tiro –que pasó lejos- fue lo que propuso Estudiantes en esos primeros minutos. Zuqui, Gómez, Braña, Tití Rodríguez no fueron la cadena del equipo y las imprecisiones predominaron.
La segunda mitad se equilibró, pero para abajo, porque no solo que no llegaba Estudiantes, sino que también no lo hacía Banfield. Sin embargo en la zona central empezaron a levantar el nivel y las asociaciones no tardaron en llegar, con el ingreso de Gastón Fernández que fue un plus para ese momento.
Fue partícipe en el primer gol y también estuvo involucrado en el segundo. Todos se amoldaron a su juego y su ritmo, algo que no había pasado en el compromiso anterior, y se dieron varios puntos positivos para el Chino Benítez. Cambió la dinámica y se terminó llevando tres puntos de oro.
Se sacó de encima la mala racha como visitante, ya que son los primeros tres puntos del torneo en esa condición, y también ya va dejando atrás el sabor amargo de tantas fechas sin victoria. Levanta cabeza e infla el pecho para lo que se viene.



