Gimnasia rompió con 20 años de historia. Luego de mucho tiempo, el Lobo venció a River en el Monumental, para tres puntos claves en su objetivo por mantener la categoría. Con Fernando Zaniratto el frente, el Tripero superó 1 a 0 al Millonario y le sacó cinco unidades a San Martín de San Juan y Aldosivi, los últimos dos en lo que respecta a la tabla anual.
Frente a esto, y luego de lo fue un trámite muy complejo por el muy mal arbitraje de Nazareno Arasa, quien le otorgó un insólito penal a Gallardo y los suyos, el festejo del DT del Mens Sana no se hizo esperar. Apenas Nelson Insfrán le atajó el penal a Miguel Borja, el colegiado se llevó el silbato a la boca para decretar un 1-0 que generó la explosión en el banco visitante.
El nacido en Saladillo pasó de la bronca a la euforia. Tal es así que hasta perdió una zapatilla luego de patear una botella, la cual rápidamente volvió a ponerse. Todo eso segundos antes de un final que lo encontró entre los abrazos, las corridas y una alegría inconmensurable por las tres unidades y sobre todo por la forma en la que los suyos las obtuvieron.
Además, tras el encuentro se dio el lujo de festejar el triunfazo junto a su hijo, quien viene acompañando al equipo desde que su padre asumió el cargo de entrenador principal. Lo que no pudo ser en la visita a Estudiantes en UNO terminó siendo en otro encuentro muy grande por el rival, el escenario y el momento. Gimnasia y los Zaniratto festejan.

