José Sosa es un símbolo de Estudiantes. La #7 en la espalda, los 23 años que se cumplieron desde su debut hace apenas un puñado de días, su vuelta para seguir ganando cosas… Sin embargo, el hombre no se conforma: además de mantener su ambición como en aquel 2002 en el que hizo su estreno con Oscar Craviotto, parece decidido a batir marcas.
A punto tal que frente a Cerro Porteño no sólo quedó a 14 minutos de llegar a los 6.000’ jugados desde su retorno sino que se convirtió en el segundo jugador más longevo en jugar para el Pincha en la Libertadores.
Con 40 años, 1 mes y 26 días, Sosa quedó ubicado en el ranking sólo por detrás de Juan Sebastián Verón. La Brujita, de hecho, había batido esa marca para el club cuando en 2017 decidió volver a las canchas para cumplir una promesa que había hecho relacionada con el Estadio UNO, en aquel momento todavía en etapa de construcción.
¿Cómo le fue a José? Al ingresar para disputar los últimos 25 minutos, estuvo activo y hasta era —para Eduardo Domínguez— el idóneo para patear el penal que EdeLP tuvo en el descuento para ponerse en ventaja de cara a la revancha.
Pero, aunque el Barba hizo claramente el gesto del número 7, indicando que era el Principito el que debía ejecutar, finalmente Santiago Ascacibar se hizo cargo. “Esto es fútbol, se decide en la cancha. Pero el entrenador tiene la confianza tanto en mí, en el Ruso o en Guido, que somos los más grandes, los referentes. Y nosotros dentro del campo vemos la actitud del compañero, si está seguro o no. No dudamos en ningún momento, tratamos de darle tranquilidad al Ruso más allá de esa intervención del rival de querer sacarle la pelota, que se le descontroló al árbitro. La verdad es que definió muy bien”, dijo JS en Asunción.

Cuando Verón volvió del retiro para batir un récord y cumplir una promesa
“Si vendemos el 65 por ciento de los palcos del nuevo estadio juego la Libertadores 2017“, había declarado Juan Sebastián Verón en septiembre de 2016, incentivando la venta de las localidades del renovado Estadio Hirchi. Y, cumplido el sold out, la promesa también se cristalizó: el entonces presidente se puso a punto y volvió a las canchas para volver a pisar el terreno de juego como futbolista profesional (cuyo salario mínimo fue donado a las formativas del club).

La fecha, histórica: 11 (claro) de abril de 2017. La Brujita jugó 58 minutos antes de salir ovacionado del estadio Ciudad de La Plata. Tenía 42 años y un mes cuando se transformó en el primer presidente/futbolista en disputar un encuentro de CL. Y el #1 en longevidad en vestir la camiseta a bastones blancos y rojos en el torneo más prestigioso de la Conmebol.
Ahora bien: Sosa y Verón están todavía lejos del jugador más grande en disputar un torneo de tal calibre. ¿Quién? El brasileño Ze Roberto jugó para Palmeiras frente a Atlético Tucumán con 42 años, 10 meses y 18 días en la misma edición en la que Verón volvió del retiro para cumplir su palabra. Y recibir una enésima ovación de sus feligreses pinchas.

