Leonardo Carol Madelón volvió al Bosque. Y su presencia no pasó inadvertida: el deté de Unión, quien salvó dos veces del descenso a Gimnasia, fue reconocido por los hinchas cuando recorrió el campo de juego para ocupar el banco visitante.
Mientras cruzaba el terreno luego de saludarse con el cuerpo técnico local, Madelón comenzó a escuchar cómo bajaban los primeros gestos de cariño desde las tribunas del Juan Carmelo Zerillo. Emocionado, Madelón reaccionó automáticamente: primero agradeció alzando una de sus manos y, después, también batió palmas.
Madelón dejó una huella imborrable en la historia de Gimnasia: estuvo sentado en el banco y salvó al equipo del descenso en ambas oportunidades. No sin épica y sufrimiento.
En 2009, el Lobo enfrentó a Atlético Rafaela por la Promoción. Tras caer 3-0 en la ida, el equipo necesitaba una hazaña. En la vuelta, el partido permanecía 0-0 hasta los 40 minutos del segundo tiempo, con Gimnasia jugando con solo nueve hombres.
Entonces apareció Diego Alonso para abrir el marcador, y en una ráfaga heroica, Franco Niell marcó dos goles consecutivos (44′ y 45′), forzando un alargue que terminó manteniendo al equipo en Primera División.
Más de una década después, en 2023, Madelón volvió a ser decisivo. Bajo su conducción, Gimnasia disputó un desempate por la permanencia frente a Colón.
El 1° de diciembre, en un duelo cargado de tensión, el equipo platense ganó 1-0 gracias a un gol de Nicolás Colazo, asegurando una vez más la categoría. En ambos casos, Leo Carol Madelón fue más que un entrenador. La gente no lo olvida.