El 16 de octubre de 1994 se vivió una de las curiosidades más grandes entre dos equipos clásicos. Aquella tarde se vivió la diferencia más grande en un resultado entre Aldosivi y Alvarado. Esa tarde en San Martín los del puerto ganaron 13 a 0 en un marco muy particular. Es que el reglamento de aquel momento “obligaba” a Alvarado a perder por goleada para poder acceder a una chance de ascenso.
Aldosivi había ganado el Apertura y luchaba palmo a palmo el Clausura con River. Y como los dos campeones se ganaban el derecho a jugar el Torneo del Interior, a Alvarado, que había sido segundo en el Apertura, solo le quedaba llegar a una definición con River por la otra plaza.
Por eso en aquella tarde más allá de la efectividad de Aldosivi, Alvarado hizo su parte al poner jugador de cuarta y quinta división. Así, al ganar los dos torneos, el conjunto portuense se coronó campeón absoluto de la temporada y Alvarado y River, escoltas en Apertura y Clausura respectivamente tuvieron que definir la segunda plaza para el Torneo del Interior, en un cruce que finalmente quedó en manos de Alvarado por un gol de Hugo Subiledt. Aunque el daño ya estaba hecho.