El 21 de Boca lo vive como un hincha más, como lo que es, como lo es su padre que luce el tatuaje de Riquelme como fiel devoto de quien le dio tantas alegrías que ahora tienen a su hijo Ezequiel como protagonista. el Chueco para el barrio y Equi Fernández para la masa popular que en el posa muchas de sus expectativas de levantar la Copa Libertadores por séptima vez
Una vez terminado el partido, el pibe que ganó minutos en Tigre hizo una lectura de lo que viene “esto es un sueño para nosotros. Vamos a ir a otra guerra en Río, estoy muy feliz por el sacrificio de todos los chicos. Esto es un sueño. Una experiencia que le deseo a todo jugador de fútbol. Nunca lo voy a olvidar. Esto es Boca, estamos acostumbrados a jugar finales y vamos a ir a ganarla”.
“Estoy muy feliz por el desgaste enorme que hicimos con un hombre menos. Nos vamos felices. Ahora a disfrutar y descansar y a pensar en la ansiada final. Sabemos lo grande que somos y la historia que tenemos“, remarcó el volante y agregó que “vinimos a la guerra contra un rival muy duro, con esta gente. Pero teníamos la mitad del país y no sé si todo el país alentándonos”.
“Boca siempre está, acostumbrado a jugar finales. Va a ser una guerra en Río, vamos a tratar de ganarla y vamos a ganarla porque somos Boca”, contó Fernández que completó un enrome partido con despliegue, tenencia y una enrome efectividad a la hora de distribuir el balón. Cómo no podía ser de otra amnera, Fernández se refirió a otra noche de ensueño de su arquero: “Romero es un animal, nos dijo que iba a atajar dos penales. El árbitro nos perjudicó un poco, pero somos justos ganadores“.