El pueblo de Berdier es protagonista de lo que podríamos llamar un “boom” mediático. Nadie lo habría sentido nombrar tanto hasta que, en el último tiempo, se viera protagonista de muchas de las notas de color sobre escapadas de fin de semana en el interior de la provincia de Buenos Aires (y más aún con especial énfasis en la escasa distancia con la ciudad de Buenos Aires).
Con mención o no en sus titulares, con referencia a sus espacios verdes o a sus irresistibles sabores, lo cierto es que todos los contenidos acaban por mostrar a Berdier como punto de llegada de un camino imperdible. Para comenzar a conocer en detalle sobre este destino bonaerense, habrá que empezar por el principio: la localidad se encuentra ubicada en el partido de Salto, más precisamente a unos 10 km al sudoeste de la ciudad homónima y al norte de la provincia de Buenos Aires.
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Berdier se destaca por ser un pueblo tranquilo, aunque vaya que resultaría bastante complejo si así no lo fuera, tratándose de un lugar con no más de 200 habitantes según los datos finales oficiales del último censo realizado por el INDEC (2010). En un contexto en el que todos buscamos escaparnos de la vida citadina y el bullicio propio de las ciudades grandes, quizás sea este su principal atractivo.
Qué ver y hacer en Berdier: el pueblo bonaerense del momento
La Estación Berdier
A un pueblo con pocos habitantes, le sigue un pueblo con poca actividad: muchas de las locaciones que han animado a Berdier en sus “años dorados” a raíz de la presencia de la Estación Berdier -correspondiente al Ramal G del Ferrocarril General Belgrano-, han quedado abandonadas.
La misma fue construida por la Compañía General de Ferrocarriles en la Provincia de Buenos Aires en 1908, como parte de la vía que llegó a Rosario en ese mismo año pero, desafortunadamente, es desde 2013 que se encuentra fuera de uso. Un dato que no escapa a la sorpresa es que tanto la estación como el pueblo deben su nombre a una mujer: Águeda Pacheco de Berdier fue una antigua propietaria de las tierras de la zona.
Sin embargo, la falta de conectividad no ha logrado que muchos de los atractivos de Berdier se vean alejados del particular encanto que distingue a este lugar como un espacio rural de antaño pero conservado. Hoy en día se sigue alentando su visita no solo como alternativa de descanso, sino también como excusa para ir detrás de uno de los bocados más emblemáticos de la cocina argentina.
Cicloturismo en Berdier
Viajar en bicicleta visitando los lugares que se encuentra uno a su paso es una de las propuestas recreativas más saludables y ecológicas de los últimos tiempos… y ni hablar del factor económico, siendo una gran experiencia low cost.
Por esta razón, con el paso del tiempo es cada vez más común escuchar hablar de cicloturismo. Incluso, muchos destinos reconocidos han comenzado a diseñar itinerarios específicos para quienes gozan de andar por circuitos naturales. Si bien en este caso no se impone un itinerario específico, Berdier es uno de esos lugares dentro de la provincia de Buenos Aires que caben en un recorrido sobre ruedas.
“Fue una linda experiencia ir a conocer Berdier, es un pueblo muy pintoresco y apacible, y la calidez de su gente se destaca por supuesto”, contó Gabi Gonzalez a INFOCIELO, quien luego de haber vivido una experiencia personal haciendo cicloturismo en la localidad, decidió compartir algunos registros fotográficos sobre su visita en grupos de Facebook sobre inspiración viajera en Argentina.
Beerdier, para los sommeliers de birras
Para los amantes de la comida y las experiencias gastronómicas curiosas, uno de los spots que sobresalen en la ciudad fusiona el nombre de la localidad con su producto estrella: Beerdier es un proyecto cervecero 100% familiar y de origen saltense.
Empezaron cocinando cerveza en julio de 2016 y, hoy, ya a casi seis años de aquel evento, cuentan con venta en bares locales y de otros puntos de la provincia, y un spot que resulta más atractivo todavía: la degustación en un vagón de subte del año 1938 le da el toque a la experiencia quedada en el tiempo que Berdier ofrece. El vehículo ferroviario pertenecía a la Línea A y fue obtenido por la familia Valarino gracias a un remate.
Cuna de la Tortita Negra
No hay mejor o peor época para visitar Berdier, de hecho es un pueblo que en cualquiera de las estaciones se adueña de una estética diferente y encantadora. Ahora, si los visitantes quisieran vivir la experiencia de estadía en la localidad casi como un local, la recomendación es agendar una visita durante octubre.
Mejor dicho, podría ser visitarlo pronto o cuando resulte conveniente a gusto y piacere de quien lee pero, sin falta, habrá que repetirlo para ese mes: la Fiesta de la Tortita Negra convoca y con justa razón. Vecinos de Salto y otros puntos de la región bonaerense se dan cita en Berdier para celebrar la edición de un evento donde cocineros y artesanales compiten por la producción de las mejores tortitas negras, mientras que los visitantes pueden encontrar la degustación perfecta de esta variante de las facturas argentinas.
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