¿Genio, o deshonesto? ¿Asqueroso, o maestro de la geometría? ¿Hambriento, o angurriento? Todas las especulaciones se dan después de observar el video viral titulado ¿Por qué no ha llegado mi pizza? colocado en Tiktok hace unos días, sumando miles de comentarios de quienes justifican la acción, otros que la rechazan y repugnan de plano, y también algunos fanáticos que se asombran de su inteligencia matemática para reordenar las porciones sin que se note la acción reprochable que ejecutó.
Poco se sabe del origen de la situación, pero la imagen es tan grafica que no deja lugar a dudas acerca del suceso, aunque sí de las circunstancias que lo originaron, para algunos marcadas como atenuantes y para otros, como agravantes.
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GRABADO ‘IN FRAGANTI’
La situación fue así: Un motociclista repartiendo en su vehículo, se comió una porción de pizza y luego intentó disimular su acto realizando cortes milimétricos para “reordenarla” de manera tal que su inadecuado comportamiento no sea advertido por el cliente.
Apelando a aquel viejo dicho (que inclusive fue llevado alguna vez como canción por el grupo Katunga) que propugnaba: “Ojos que no ven, corazón que no siente“, el delivery ubicó las porciones restantes de tal manera de impedir que quien la reciba se percate de su accionar. Para eso apeló a realizar cortes estratégicos que le permitieron generar una nueva figura geométrica, bastante similar a la clásica redondez de la pizza.
En el video, se puede observar claramente desde la grabación realizada justo encima de él, de manera “cenital”, sin que el delivery se percatara, a un conductor de motocicleta estacionado mientras disfruta con ahínco de una rebanada de pizza que retiró de la caja con una navaja.
El video viral del delivery de pizza que se comió una porción y acomodó el resto para que no se note
MAESTRO GEÓMETRA
Todo da a imaginar que esta no sería la primera vez que lo ejecuta, porque el conductor realiza cortes estratégicos que demuestran una gran destreza en el arte de acomodar las porciones para disimular su poco ética acción. Porque para evitar dejar evidencia logra colocarla nuevamente en su lugar (o casi), con la intención de que nadie tome dimensión de lo que hizo.
A partir de allí, el debate de quienes vieron el video en Tiktok y en Twitter era acerca de si lo que hizo merecía condena, despido y hasta denuncia penal, o por el contrario la mirada debía ser “misericordiosa” hacia un trabajador precario quien quizás sólo tenía hambre.
Para el debate…la cena está casi servida.
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