Las cárceles de la provincia de Buenos Aires atraviesan momentos de zozobra y es foco de un conflicto a causa del faltante de carnes en la dieta de los internos, que se vienen alimentando a “papa y fideos”, como había adelantado INFOCIELO. El desabastecimiento generó protestas y el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) tuvo que admitir el problema.
El panorama en las prisiones bonaerenses se torna cada vez más sombrío ante la dificultad de poder alimentarse que poseen los detenidos. Este medio había advertido días atrás que los proveedores comenzaron a abandonar la provisión de alimentos en las últimas semanas y que los privados de la libertad estaban “a papa y fideos” sin ningún complemento cárnico, habitual en las dietas carcelarias.
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Ante esta situación, la posibilidad de realizar protestas comenzó a surgir y luego se concretaron con presentaciones judiciales y el comienzo de huelgas de hambre. A su vez, tomó intervención la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) a raíz de las inspecciones habituales que lleva a cabo tras constatar la problemática.
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En tanto, según pudo saber INFOCIELO desde el SPB admitieron inconvenientes en la provisión de carne a los depósitos de los penales, pero aclararon que esa situación ya fue solucionada. También, indicaron que desde mañana y en un lapso de entre 48 y 72 horas llegarán los pedidos de carne a los establecimientos carcelarios. Además, explicaron que “siempre hubo alimentos secos y vegetales para cocinar y alimentar a los más de 43.000 detenidos” en las unidades penitenciarias que dependen de la Provincia.
“Durante los cuatro años de gestión nunca hubo problemas de abastecimiento de alimentos. Nunca hubo reclamos al respecto. Ahora hemos tenido un problema con la provisión de carne vacuna y pollos, que ya se ha solucionado”, añadieron.
Luego remarcaron que “no se puede generalizar que hubo falta de alimentación, solo fue con la carne. La crisis económica, la situación de los precios puso en crisis la relación con algunos proveedores. pero hemos hallado otras variantes y conseguimos destrabar la situación. De hecho estamos en diálogo con el próximo gobierno para asegurar el único faltante que había: la provisión de carne vacuna y pollo”.
Sin embargo, la tardanza en la respuesta llevó a que la situación se torne “caótica” en las cárceles y las internas de la Unidad 51 iniciaron una huelga de hambre y ya intervino el juez de Ejecución Penal de La Plata. El mismo camino tomaron quienes están en dos pabellones de Olmos y hay versiones que indican que sucedería lo mismo en la Unidad 30 y 37.
De esta forma, se profundiza el proceso de desmantelamiento que empezó a sentirse después de las elecciones generales y que agudizó en las últimas dos semanas con la desaparición de los proveedores que habitualmente llevaban provisión de carnes –roja y de pollo- y verduras, dejando las cocinas literalmente vacías de provisión.
Por su parte, la CPM constató que “las personas privadas de la libertad padecen hambre” y que “en los últimos meses, se agravó la falta o carencia completa de alimentos en los depósitos de las unidades penitenciarias”.
Asimismo, afirmaron que el problema que ya fue reconocida por funcionarios de la justicia y autoridades carcelarias y que “la situación es grave y profundiza la crisis humanitaria de los lugares de encierro en la provincia de Buenos Aires. Ante la desesperante situación, las personas reclaman mediante diferentes medidas”.
Bajo este cuadro, le enviaron un informe al ministro de Justicia, Gustavo Ferrari, para que explique las razones del desabastecimiento y tome las medidas necesarias para proveer de manera urgente los alimentos previstos en las licitaciones contratadas.
Más adelante, relataron que el juez de ejecución José Villafañe también confirmó que sucede en el departamento judicial de La Plata. En octubre constató la “carencia, insuficiencia o bien la discontinuación en la provisión” de alimentos. La advertencia del juez no tuvo ninguna respuesta del Estado.
Durante inspecciones realizadas en noviembre a 12 unidades penitenciarias el magistrado confirmó el desabastecimiento en las cárceles de La Plata, Olmos, Romero y Gorina. Por ese motivo, ordenó a las autoridades del Ministerio de Justicia y el Servicio Penitenciario Bonaerense a adoptar medidas inmediatas para el aprovisionamiento indispensable de alimentos.
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