El senador Marcelo Daletto (UCR-Cambio Federal) presentó en la Legislatura dos proyectos que de aprobarse cambiarían el mapa político bonaerenses: uno plantea una reforma parcial de la Constitución provincial y otro modifica la Ley Orgánica de las Municipalidades y la Ley de Educación Provincial. En conjunto, ambas iniciativas buscan que todas las elecciones en la Provincia de Buenos Aires —legislativas, municipales y ejecutivas— se realicen cada cuatro años, eliminando las tradicionales elecciones de medio término.
El legislador argumenta que el esquema actual “obliga a vivir en campaña constante” y genera un “alto costo económico y político” para el Estado provincial.
En los fundamentos de los textos legislativos, Daletto remarca que la baja participación electoral y el creciente desgano de los votantes son señales de una “crisis de credibilidad” que la política debe atender con hechos concretos. “Los bonaerenses necesitan que se les cumpla lo que se promete en campaña y para eso hace falta tiempo y gestión, no elecciones cada dos años”, sostiene el senador en su proyecto.
UNA REFORMA CONSTITUCIONAL POR ENMIENDA
El primer proyecto (Expediente E 256/2025-2026) declara necesaria la reforma parcial de la Constitución bonaerense, bajo la modalidad de enmienda, según lo prevé el artículo 206 del texto constitucional. La propuesta modifica los artículos 70, 78 y 83, que establecen la renovación de diputados y senadores, fijando que ambas Cámaras se elegirán cada cuatro años, en coincidencia con la elección de gobernador.
La iniciativa dispone además que el Poder Ejecutivo convoque a un plebiscito provincial para que el electorado se exprese sobre la reforma en la primera elección que se realice tras su aprobación, y establece que los legisladores elegidos en 2029 concluirán sus mandatos en 2031, para empalmar con el nuevo cronograma.
En sus fundamentos, Daletto señala que doce de las veinticuatro jurisdicciones del país ya cuentan con legislaturas que se renuevan en forma completa cada cuatro años, lo que demuestra que “no se trata de una rareza institucional sino de una práctica extendida”. Además, plantea que la unificación de los comicios reduciría el gasto electoral y permitiría concentrar los recursos del Estado “en gestión y políticas públicas, en lugar de campañas permanentes”.

CAMBIOS EN LOS MUNICIPIOS Y EN LOS CONSEJOS ESCOLARES
El segundo expediente (E 257/2025-2026) avanza en el mismo sentido, pero sobre los niveles municipal y educativo. Propone modificar el artículo 3° del Decreto-Ley 6769/58 (Ley Orgánica de las Municipalidades) para que los intendentes y concejales sean elegidos por cuatro años y el Concejo Deliberante se renueve en su totalidad, también junto a la elección provincial.
Además, se modifica el artículo 148 de la Ley Provincial de Educación N°13.688 para establecer que los consejeros escolares duren cuatro años en sus cargos, renovándose en su totalidad.
En ambos casos, los funcionarios podrán reelegirse por un único período consecutivo y, en caso de haber sido reelectos, deberán esperar un mandato para volver a competir por el mismo cargo. Al igual que en el proyecto constitucional, los concejales elegidos en 2029 finalizarían sus mandatos en 2031, para permitir la sincronización del nuevo esquema.
IMPACTO POLÍTICO Y ELECTORAL
De aprobarse, las reformas modificarían de forma estructural el calendario político bonaerense, terminando con el esquema de elecciones legislativas intermedias que se mantiene desde la recuperación democrática.
Esto implicaría que los diputados, senadores, intendentes, concejales y consejeros escolares se elijan todos en una única contienda electoral provincial, coincidente con la de gobernador, lo que reconfiguraría las estrategias electorales de los partidos y la dinámica de la Legislatura.
El senador, en sus argumentos, afirma que “el votante no debe ir a las urnas cada dos años para validar lo mismo”, y que un mandato de cuatro años “es suficiente para evaluar una gestión completa”.
Daletto asegura que con este modelo “se fortalecerá el vínculo entre representantes y representados”, permitiendo gestiones más estables y previsibles, sin la presión de los cronogramas electorales permanentes. También remarca el ahorro que implicaría para el Estado bonaerense, al evitar el gasto de los comicios intermedios, que suelen involucrar cifras millonarias.

