El conflicto en torno a Astillero Río Santiago, considerada la empresa naval más importante de todo el continente, tomó estado público en las últimas semanas a partir de una puja de neto corte político entre la administración de María Eugenia Vidal y los sindicatos, fundamentalmente ATE Ensenada. Pirotecnia verbal, informes televisivos y durísimos incidentes en las calles enrarecieron el clima de opinión.
Para acallar el “ruido mediático”, INFOCIELO consultó a dos fuentes técnicas de indudable legitimidad para explicar qué pasa en Astillero: se trata del Gerente de Producción, Raúl Valenti, de su segundo, Omar Graziano, ingenieros con 40 años de trayectoria y 11 al frente del área que incluso “sobrevivieron” a la intervención decretada por María Eugenia Vidal que barrió con el resto de las autoridades de ARS. Por sus perfiles, no puede considerárseles planta política ni trabajadores llanos: son jefes de los trabajadores. Y muchas veces han enfrentado al gremio.
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¿Es cierto que Astillero lleva 10 años sin botar un buque? ¿Qué pasa con los petroleros que encargó Venezuela? ¿Cuántos empleados se dedican a construir en ARS? ¿Cómo está la capacidad instalada? ¿Es comparable la envergadura y la tecnología de Astillero con cualquier otra empresa naviera del país?
Los buques petroleros para PDVSA
Los dos buques petroleros encargados por la venezolana a PDVSA hace casi una década fue uno de los ejes de la polémica. Lo que nunca se dijo es por qué no fueron entregados aún: fallas en los planos entregados por el proyectista brasileño, que ARS debió rehacer a pedido del cliente; demoras con la procura de materiales y hasta la decisión del gobierno de Daniel Scioli de “desviar” la mitad de la planta de producción de la empresa para construir y montar el techo del Estadio Único.
En la actualidad, el buque Eva Perón tiene un estado de avance de 97 por ciento y requiere una inversión de 75 millones de pesos para ser entregado al cliente, que pagará como contraprestación 217 millones de pesos al Estado bonaerense. El Juana Azurduy, en tanto, tiene un 82 por ciento de avance en el casco y podría ser botado el año que viene. Por las addendas del contrato original, los plazos pactados no están vencidos y, por el momento, no hay riesgo de demandas judiciales contra la Provincia.
Astillero, mucho más que una empresa naviera
Otro de los ejes polémicos se sitúa en torno a la frase “hace décadas que Astillero no construye nada”. Sólo entre 2001 y 2009, fabricó cinco buques bulk carrier, de 27 mil toneladas, para armadores alemanes; dos corbetas misilísticas para la Armada Argentina; un remolcador de 55 toneladas de tiro; la reparación de media vida de la Fragata Libertad, que revelan que, cuando hay plan de obras, la capacidad de trabajo sobra.
Paro más allá de la producción naviera, en ARS se diseñaron y fabricaron pontones, compuertas de acero para diques y represas, el techo del Estadio Único, turbinas para centrales hidráulicas, tuberías para obras hidráulicas, entre un sinfín de trabajos que se destinaron a clientes estatales y privados. Por su envergadura y su nivel de tecnificación, además de la calificación de su recurso humano, Astillero es considerada la única empresa del país con capacidad para realizar esas tareas.
Trabajo calificado y en dotación adecuada
En la Producción hay 2.200 obreros calificados, con certificación internacional para cumplir con soldaduras, pintura y cada uno de los oficios que allí se realizan. ARS necesita, sin embargo, tener más frentes de trabajo, pero la dotación del Astillero es acorde a la capacidad instalada.
Una mirada estratégica para Astillero
Astillero tiene una gerencia comercial que se encarga de la relación con clientes, pero la dirección estratégica de la empresa es responsabilidad del Gobierno. ¿Hay un mercado para lo que ofrece ARS? La conclusión es sencilla: si hay plan de obras, capacidad de trabajo sobra. El resultado, es evidente: 8 buques, en 9 años, además de importantes piezas de obra pública y un centenar de reparaciones de pesqueros de altura, buques de la armada, buques de pasajeros, petroleros y afines.
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