El pedido de licencia del diputado Gustavo Pulti, que se hará efectiva desde el 10 de diciembre, abrió un movimiento político clave: La Cámpora recuperará un escaño en la Cámara de Diputados con el desembarco de José Ignacio “Cote” Rossi, histórico referente de la organización en la Quinta sección.
Pulti, electo por el frente Unión por la Patria y alineado políticamente con el gobernador Axel Kicillof dentro del Movimiento Derecho al Futuro, decidió pedir licencia a su banca para asumir como concejal en el Concejo Deliberante de General Pueyrredón, cargo para el que fue electo el 7 de septiembre con el 19,09% de los votos encabezando la lista de Acción Marplatense.
Aunque su mandato en Diputados vencía en 2027, el exintendente marplatense resolvió regresar a su territorio para reposicionarse electoralmente con el objetivo de competir por la intendencia en 2027. “Es una acción coordinada directamente con Axel”, afirman cerca de Pulti, dejando en claro que la movida se enmarca en la estrategia del gobernador para reforzar su presencia en Mar del Plata.

Su desembarco en el Concejo también reaviva la disputa con el sector local de La Cámpora, referenciado en Fernanda Raverta. La jugada de Pulti busca consolidarlo como el representante directo del kicillofismo en Mar del Plata, en un territorio donde la organización camporista disputa protagonismo desde hace años.
QUIÉN ENTRA: EL REGRESO DEL CAMPORISTA “COTE” ROSSI
La licencia de Pulti habilitó el corrimiento de lista y el ingreso de José Ignacio “Cote” Rossi, quien entre 2015 y 2023 ya ocupó una banca como diputado provincial por el peronismo. Rossi es oriundo de Chascomús y se convirtió en uno de los dirigentes más activos y perfil alto de la organización en la Quinta sección electoral.
Durante su anterior paso por la Cámara, presidió la Comisión de Asuntos Culturales y tuvo protagonismo en la elaboración de protocolos para la reactivación cultural durante la pandemia.
Con su regreso, La Cámpora gana una banca en un contexto de tensión interna dentro del peronismo bonaerense por la reconstrucción de un esquema de poder de cara a los próximos dos años, los últimos con Kicillof en Calle 6 y la sucesión se jugará en esos tiempos.

