Cientos de personas se reunieron en un apoyo inusitado hacia los trabajadores de Loma Negra de la planta de Villa Cacique – Barker, luego de que un despido oficial y otros que podrían agregarse, encendiera la alarma.
La pequeña localidad del partido de Benito Juárez se vio fuertemente movilizada para frenar un posible plan de reducción en la planta local, algo que podría golpear de muerte a toda la comunidad. De los siete mil habitantes en total, 350 trabajan en Loma Negra.
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“Es este el momento que tenemos que prevenir a que venga algo peor. Como lo vivió todo el pueblo en 2001”, expresó Martín Issasmendi, Secretario General de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) en la planta de Barker.
Ahora, la lucha obrera lleva seis días desde que la empresa decidió desvincular formalmente a un trabajador y poner en riesgo a otros seis. A pesar de que el número no impacte, teniendo en cuenta la realidad de los despidos en otras zonas de la provincia, los trabajadores están convencidos de que el tiempo de actuar es “ahora”. Más teniendo en cuenta, que el sector del cemento es uno de los pocos privilegiados que actualmente no se ven afectados por la crisis.
“Hoy con esta lucha, la solidaridad se nos tatuó en el cuerpo. La empresa comunicó que no cubriría ninguna vacante. Eso se llama reducción de personal gradual. No hay cien despedidos como en otros lugares. Pero iniciamos esta lucha porque es el momento”, indicó el secretario gremial ante una verdadera multitud para la ciudad de Barker.
“Si arrancamos la lucha cuando haya ese número de despedidos, los compañeros nos van a preguntar: ¿por qué no hicieron algo antes?. ¡Acá estamos!”, insistió emocionado, Issasmendi.
La situación del país y la apertura de una planta más grande en la localidad de Olavarría, volvieron a instalar la tensión en la tranquila comunidad. Para peor, los primeros despidos terminaron de disparar la reacción de los trabajadores, que no quieren volver a vivir lo que sucedió en 2001, cuando la planta local cerró y puso en crisis a toda la población.
“Después de la crisis, en 2003 se pudo volver a abrir. Desde el 2007 adelante, se empezaron a sumar personal y hoy somos 300 personas (propio y tercerizados). Pero ahora, toda la comunidad está sumergida en esta incertidumbre”, explicó isasmendi para este portal.
Desde el gremio de AOMA ya activaron un plan preventivo para evitar mayores despidos. Frente la inacción del Ministerio de Trabajo, el cual no ha decretado por ahora la conciliación obligatoria, el gremio advirtió que podrían darse paros en todas las plantas de Loma Negra del país.
En tanto, el paro de actividades en la planta de Barker, continúa. La solidaridad de toda la comunidad parece ser el motor principal de esa lucha.
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