Esta tarde, cientos de personas se aproximarán a la Plaza de Mayo para pedir justicia por los cuatro jóvenes fallecidos en la trágica persecución policial de San Miguel del Monte. Está convocada para las 17 hs en la histórica plaza y contará con la presencia de familiares y amigos de los chicos fallecidos, así como de organismos de Derechos Humanos.
La marcha llega con dolor y bronca: a la ya considerada “masacre” que se cobró cuatro vidas inocentes y una menor en estado delicado, se le suma las recientes declaraciones de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien relativizó los reclamos contra la violencia policial, a pesar de que ya hay 13 oficiales separados de la fuerza.
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La ministra no tuvo palabras de repudio y opinó que la investigación que se está llevando a cabo, “va a tirar de una piola que va más allá de una persecución”, sin dejar demasiada claridad.
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A su vez, sacó pecho sobre la denominada “Doctrina Chocobar”: “Hemos cambiado la doctrina para que los policías no siempre sean culpables”, indicó y después agregó: “el caso Chocobar es un claro ejemplo de cómo deben actuar las fuerzas policiales en cumplimiento de su deber”.
Sin embargo, toda una comunidad se vio conmovida por la historia de los cuatro jóvenes –un mayor y tres menores- que murieron a raíz de la persecución policial.
“Los nenes iban contentos en el autito, paseando despacito. Él le pidió un ratito permiso a la madre para ir a dar una vuelta. Como no frenó les empezó a tirar tiros. El chico (por el conductor, de 22 años) se asustó y empezó a acelerar”, contó Juan Carlos Sansone, uno de los padres de los chicos fallecidos, en diálogo con Luis Novaresio por Radio La Red.
CÓMO FUE LA PERSECUCIÓN
En la madrugada del lunes 20, Aníbal Suárez (22, conductor), Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14), Camila López (13), y Rocío Guagliarello (13, en grave estado), paseaban en un Fiat Spazio por las calles tranquilas de San Miguel del Monte. Un video los muestra contentos y cantando adentro del vehículo.
Pero lo que en principio pareció un accidente trágico, de pronto se convirtió en un nuevo caso de gatillo fácil protagonizado por la policía. Según mostraron las cámaras de seguridad y también se cotejó en el automóvil y en el cuerpo de uno de los menores fallecidos, la policía disparó sin motivos y generó que el conductor intentara escapar a las balas.
Unos pocos metros después, el auto se estrelló contra un acoplado de camión. Los testigos escucharon disparos y observaron cómo la policía removió la escena del accidente.
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