En una columna de opinión en The Walt Street Journal, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, aseguró que “no puede aprobar” los fondos destinados a la Argentina “por mucho que quiera”, debido a sus “estándares de integridad financiera y transparencia”.
En un provocador artículo, titulado “Para obtener ayuda del BID, Argentina debe ayudarse a sí misma”, Claver-Carone se hizo eco de otra columna de ese diario, en este caso de la periodista Anastasia O`Grady, quien argumentó que el organismo multilateral de crédito no debería entregarle al país financiamiento por 500 millones de dólares, a causa del historial crediticio y del avión de bandera venezolana con tripulación iraní aparcado en Ezeiza el mes pasado.
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“El BID está ansioso por que Argentina cumpla con los compromisos con el FMI para mejorar las condiciones macroeconómicas. Los compromisos, mucho más modestos que los exigidos a otros países, son clave para promover un crecimiento sostenible y garantizar que el BID pueda ofrecer financiamiento fresco a Argentina”, expresó Claver-Carone.
“El tumultuoso historial financiero de Argentina afecta de manera única los costos del banco. El BID debe proteger su capacidad para ayudar de manera confiable a todos sus 26 prestatarios, incluidos los países pequeños con pocos recursos”, justificó para negar el acceso al crédito a la Argentina, subsidiaria de ese organismo.
Y concluyó: “Por mucho que el BID quiera aprobar nuevos fondos para Argentina, no puede aprobar las solicitudes para hacerlo sin garantizar prudentemente que tenga un impacto en el desarrollo”.
La opinión de Claver-Carone se publicó este lunes, cuando la ministra de Economía nacional, Silvina Batakis, se encuentra en Washignton desde el día ayer, a fin de reunirse con los funcionarios del Tesoro estadounidense y con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
El principal objetivo de la ministra Batakis en Wasghinton es buscar una reestructuración de las metas del Acuerdo con el FMI, bajo el argumento del impacto de la guerra de Ucrania en el alza de los precios internacionales; por lo que la nota de Claver-Carone cayó como una bomba a las aspiraciones nacionales.
Maurice Claver-Carone fue un funcionario de la secretaria del Tesoro durante el gobierno de Donald Trump, asesor en materia de relaciones internacionales y recayó en la presidencia del BID, justamente, por impulso del ex presidente republicano.
En su rol como funcionario del Tesoro, promovió el préstamo por 57 mil millones de dólares con el gobierno de Mauricio Macri, de los cuales terminaron por desembolsarse 45 mil millones en una crítica situación financiera, en la que los mercados internacionales le habían cerrado el crédito a la Argentina.
Por ello, desde el Gobierno argentino vieron con desconfianza la asunción por primera vez de un estadounidense en el BID en 2020, la cual rompió con la larga tradición de que el presidente de ese importante organismo de crédito fuera de un país latinoamericano, en una votación que contó con el rechazo de México y Argentina.
El presidente Alberto Fernández criticó con dureza la designación de Claver-Carone al BID en aquella oportunidad, y más tarde solicitó al gobierno de Joe Biden que revierta esa decisión. En ocasión de la Cumbre de las Américas en Los Ángeles a inicios de junio, Fernández exigió que “vuelva en su gobernanza a América Latina y el Caribe”.
Por otro lado, las declaraciones del titular del BID se metieron en la interna del Frente de Todos, ya que fueron levantadas por los sectores críticos al Acuerdo con el FMI firmado en marzo.
En aquel momento, expresiones minoritarias de la coalición, como Sobernxs o el Frente Patria Grande, así como La Cámpora sostuvieron que el acuerdo no aseguraría que no ocurriese una corrida cambiara y que se garantizaría el financiamiento internacional. Mientras que la corrida ha llevado al dólar del mercado negro a más de $320, la declaración de Claver-Carone terminó por confirmar la segunda hipótesis.
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