Las declaraciones del presidente de la Corte Suprema de la provincia de Buenos Aires, Eduardo De Lázzari, generaron revuelo tanto en el ámbito judicial como en el político. A tal punto que el gobierno nacional decidió meterse en la polémica para criticar al magistrado tras señalar la existencia de “causas armadas artificialmente”.
En ese aspecto, el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, aseguró que “fue una afirmación temeraria, además dijo que se estaba replicando en la provincia, sería bueno que explique los alcances de los casos que conoce”.
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En diálogo con radio La Red, manifestó que se trata de “una declaración puramente política, lamentablemente. De Lázzari es una persona que proviene de la política. Debería presentarse en la fiscalía y hacer la denuncia”.
“Es una pena porque la Justicia en la Provincia está haciendo avances significativos para separar a jueces y a fiscales sospechados de corrupción”, añadió.
Más adelante, descartó que los dichos del juez estén vinculados al kirchnerismo y expresó que “no quiero encorsetarlo en un sector político, creo que él proviene del peronismo, pero como presidente de la Corte bonaerense tiene otra responsabilidad. Sus manifestaciones fueron desilusionantes e inadecuadas”.
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