Así como dirigentes del Frente de Todos salieron a respaldar a la actriz Florencia Peña y otras de sus colegas luego de los ataques machistas del diputado Fernando Iglesias por sus visitas a Olivos, las mujeres del PRO también cuestionaron esa práctica de violencia mediática.
Tanto a nivel nacional como provincial, las dirigentes amarillas expresaron su repudio a los comentarios misóginos que se generaron en las redes sociales y medios de comunicación por parte de integrantes de su espacio político, y marcaron que esto tapa el escándalo de la ruptura de la cuarentena por parte del presidente, Alberto Fernández.
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Repercusiones en la Legislatura bonaerense
“Lamentablemente, no me sorprende que una vez se ponga el foco en las mujeres, su sexualización y su cuerpo en vez de poner el foco en donde realmente está que es que en Olivos seguían usando los privilegios para unos pocos mientras tenían los comercios cerrados, los chicos sin clases y en plena cuarentena”, dijo a INFOCIELO la diputada Noelia Ruiz.
En ese plano, la legisladora provincial y dirigente de la organización La Generación, resaltó que este tipo de ataques machistas no tienen que ver con uno u otro espacio político, y en comparación marcó que “hay mucha gente que fue a Olivos y de ninguno de los varones se hizo un juicio de valor por su presencia, es el patriarcado en su máxima expresión, no es novedad lamentablemente”.
Por su parte, la diputada bonaerense del PRO, Johanna Panebianco, señaló a INFOCIELO que “las críticas machistas hablan de las personas que las hicieron y del patriarcado que nos enseñó a ver las cosas desde una sola óptica siempre: la mujer como objeto. No importa el espacio del cual vienen, como mujer, feminista y laburante de la igualdad de géneros no puedo no indignarme”.
En ese sentido, la legisladora marplatense coincidió con su compañera de espacio y aseguró que esto solo logra “correr el foco de lo importante y de lo verdaderamente repudiable: un Presidente que mientras en cadena nacional nos prohibía movernos de nuestros domicilios, no permitía a la gente salir a ganarse el mango ni acompañar a los familiares enfermos terminales bajo amenaza, festejaba su cumpleaños como si no hubiera cuarentena” y aseguró que se trata de un caso más donde “las reglas son para todos salvo para quienes las imponen, y abusan de su poder”.
Asimismo, Ruiz lamentó que las mujeres “siempre seamos víctimas y sirvamos de pantalla para que los hombres no se hagan cargo de lo que deben, en este caso el Presidente, al final siempre terminan cuestionando a las mujeres para no hacerse cargo de que usan el poder y privilegios para unos pocos”.
A pesar de que existe la Ley Micaela, que establece la capacitación obligatoria en materia de género y diversidad para los miembros de los tres poderes del Estado, desde el sector político aún en pleno siglo XXI y con la fuerte impronta que alcanzó el movimiento feminista, los comentarios arcaicos y misóginos siguen presentes y firmes.
“Acá no hay una sola cosa por hacer, sino que tenemos que seguir apostando al cambio cultural por el que tanto luchamos las mujeres y diversidades. Sin dudas hay que seguir trabajando en esa línea y una Ley Micaela para medios, como también un protocolo para aquellos funcionarios que ocupan un cargo institucional y dan sus opiniones misóginas como si no tuviera impacto. El cambio es más profundo y más lento de lo que nos gustaría”, cerró Ruiz.
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