“No me quedó otra opción. Me arrepiento”, le dijo a FM CIELO 103.5 Carlos Spinelli, el jubilado que, con su arma, le disparó al delincuente que le estaba robando en su casa y amenazándolo con un cuchillo. El caso tomó dimensión nacional y se sumó a otros que, en los últimos años, alertaron a la opinión pública y la forzaron a tomar posición en torno al debate: ¿Cuándo es legítima defensa y cuándo es justicia por mano propia?.
En diálogo con Juan Rubinacci en “No Te Des Vuelta”, la abogada penalista Valeria Alcain aseguró que el último hecho se trató efectivamente de un caso de legítima defensa: “Es una persona mayor, los individuos ingresaron a su domicilio, en una situación de shock y el delincuente intentó apuñalarlo”.
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Según el relato del hombre de 75 años, acompañado por el de testigos del hecho, esto se enmarcaría en esta figura. ¿Cuál es la delgada línea para saber si no se trata de justicia por mano propia? “Uno de los requisitos de la legítima defensa es que el arma esté a su alcance y que no haya sido premeditado. Se evalúa la calidad del arma, si bien es mayor el riesgo del arma de fuego que el del arma blanca, lo que se evalúa es que esté al alcance y no sea premeditado”, afirmó. Además explicó que “en este caso no hubo premeditación, el abuelo quiso defender su vida para no ser apuñalado. Las dos armas pueden producir muerte”.
Por otra parte, queda el interrogante de saber en qué momento se determina si se trata de un caso de legítima defensa, ya que el jubilado no se encuentra detenido a pesar de haber cometido el homicidio. “El que define la eximición de prisión es el juez en base a las pruebas que presenta el fiscal. El proceso se inicia, hay un atenuante o un eximente de una pena privativa de la libertad para el abuelo”, explicó la doctora, a lo que agregó que “la figura del homicidio está como carátula principal. La legitima defensa es una herramienta de defensa que va a tener el abogado que defienda al abuelo”.
Otros casos no tan claros como éste aún se debaten en la justicia y esperan su resolución. En febrero de este año un abogado mató a un delincuente que quiso asaltarlo cuando se bajaba de su auto en la puerta de su casa de Olivos. En tanto, en ese mismo mes, un policía asesinó a un ladrón delante de su novia, cuando el malviviente lo amenazó con un arma de juguete.
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