El fútbol como la vida siempre da revancha, nunca hay que bajar los brazos. Ese lema para afrontar las situaciones adversas que se pueden dar en el día a día calza perfecto para hablar de la historia de Ignacio Gariglio, que hoy disfruta su presente lejos de Estudiantes.
Defensor surgido de la categoría 1998 del Pincha, no llegó a cumplir el sueño de cualquier joven de debutar con la camiseta de su equipo, pero consiguió cumplir su objetivo en otra institución luego de superar una dura lesión en inferiores.
Oriundo de Santa Rosa, tuvo un problema en la pierna izquierda, con el aprisionamiento de una vena que le hinchó la zona, al punto tal que terminó internado y realmente la pasó mal, estando mucho tiempo sin jugar y pensando en dejar la actividad.
Firmar su primer contrato con el León a comienzos de 2019 fue un alivio, pero tras ello la oportunidad de hacer su carrera le llegó en Arsenal de Sarandí, donde disputó 50 partidos y marcó dos goles entre 2021 y 2023.
De la escuela a toda Sudamérica
Delfín de Ecuador, Deportivo Garcilaso de Perú y ahora el Bolívar de Bolivia confiaron en el zaguero de 27 años que disfruta del profesionalismo lejos de nuestro país, pero no olvida sus raíces.
“Con Estudiantes estoy muy agradecido porque no solo me formó como futbolista, sino como persona. Me inculcó muchas cosas y estoy muy agradecido porque, más allá de aprender cosas de la cancha“, aseguró en diálogo con Bolívar 24/7.
El ejemplo de Gariglio es inspirador para muchos chicos, que más allá de sufrir una dura lesión o no gozar de oportunidades, no deben tirar la toalla porque la vida y el fútbol siempre dan revancha.