Diego Capria hizo una gran campaña cómo jugador profesional pero también es cierto que la calidad de su hermano Rubén, siempre lo dejó apartado de las cámaras. Sin embargo, cada club que lo tuvo supo de su jerarquía. Quien fue campeón de la Copa Mercosur (ahora Sudamericana) en 2001 haciendose cargo del penal definitivo se hizo cargo de la empresa familiar que históricamente administraba su papá una vez que dejó la práctica profesional.
Capria se dedica de lleno al Frigorífico San Antonio de su localidad natal, General Belgrano y habitualmente participa de distintas acciones solidarias ahora, en medio de la pandemia de coronavirus lanzó un bolsón solidario en el que entrega más de 12 kilos de carne de cordero y lechón (a lo que se dedica) a un valor especial de $1.000. Pero además realizó una importante donación que equivale casi a dos meses de viandas para un comedor de Lobos que pasó de asistir a 100 chicos a unos casi 600 por el virus que acecha al mundo.
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“Me da una alegría enorme poder colaborar, y más en esta situación. Creo que es un momento para no mirarse el ombligo sino mirar para el costado y darle una mano a quienes más lo necesitan”, afirmó el ex zaguero de Estudiantes, Huracán de Cprroentes, Racing, Chacarita, Atlético Mineiro, Belgrano, San Lorenzo, Querétaro,FC Surich (también fue campeón), Instituto y Quilmes.
Pero claro, la crisis tampoco le pasa por encima. “Está bueno dar una mano y también que te la puedan dar, como nos pasó ahora que el estado nos ayudó para sostener a las 30 familias que viven del trabajo en el frigorífico”, contó.


