El nombre de Miguel Russo en Estudiantes es sinónimo de pertenencia, por la gran carrera que supo construir como jugador vistiendo solo la camiseta del Pincha y por recordar sus raíces cada vez que pudo, en todas las instituciones y espacios en los que le tocó estar.
Dentro de la cancha, además, fue un futbolista vital en uno de los mejores equipos de la historia de la institución, como lo fue aquel que se consagró bicampeón en 1982 y 1983. Ese plantel tuvo, quizás, el mejor mediocampo de toda la historia Pincharrata.
En ese equipo Russo fue ni más ni menos que el equilibrio. En un Estudiantes que jugaba con tres N°10, Alejandro Sabella, José Daniel Ponce y Marcelo Trobbiani, el N°6 albirrojo aportaba la cuota necesaria de marca y sacrificio para permitir que ellos tres pudieran lucirse.
Aquel mediocampo de lujo desterró el prejuicio del antifútbol, con un juego a puro toque y gambeta, que hubiese sido imposible sin Miguel Russo. Su huella en el club es imborrable y está en el podio de los mejores 5 de la historia junto a Carlos Pachamé y Rodrigo Braña.
Ese mediocampo de Estudiantes era extraordinario, aunque vale una aclaración: estuvo muy bien acompañado por nombres como José Luis Brown, Abel Herrera, Guillermo Trama y Hugo Gottardi. Estos últimos dos futbolistas fueron los goleadores del bicampeón.
Estudiantes en el Metropolitano 1982
Aquel torneo Estudiantes tuvo un rendimiento superlativo, y sus números lo demuestran: ganó 21 partidos, empató 12 y solo perdió 3. Luego de su segunda derrota estuvo 11 encuentros sin perder, y después de la tercera se mantuvo invicto otras 13 fechas.
En total sumó 54 puntos de los 72 en juego, y en 36 fechas convirtió 50 goles y le metieron 18. Su gran rival en aquel torneo fue Independiente, con el cual peleó hasta el final. La consagración llegó el 14 de febrero de 1983, con un 2-0 sobre Talleres en Córdoba.
En aquel torneo Ponce (35 PJ y 2 goles), Trobbiani (34 PJ y 7 goles), Russo (32 PJ y 1 gol) y Sabella (29 PJ y 1 gol) jugaron prácticamente la totalidad de los encuentros, y cuando no estuvieron presentes fue por obligación, fuese por lesión o suspensión.
El Nacional 1983 y el bicampeonato pincharrata
Ya sin Bilardo, quien pasó a dirigir a la Selección Argentina, su reemplazante fue otro ídolo de la casa: Eduardo Luján Manera. Si bien el equipo no se mostró tan arrollador, condicionado en parte por tener que jugar en paralelo la Copa Libertadores, tuvo un nivel destacado.
Y a la hora de los mano a mano Estudiantes fue implacable: después de dejar algunas dudas en la segunda fase de grupos, con dos derrotas ante Vélez, avanzó igual y luego consiguió eliminar a Ferro, a Racing, a un sorprendente Temperley y a Independiente en la Final.
Ese equipo jugó 20 partidos (ganó 11, empató 4 y perdió 5, con 35 goles a favor y 20 en contra), y nuevamente Russo (18 PJ), Trobbiani (16 PJ y 3 goles), Sabella (15 PJ y 3 goles) y Ponce (15 PJ y 1 gol) jugaron casi siempre a pesar de la doble competencia.
Los números de cada uno en Estudiantes
Sabella, Trobbiani, Russo y Ponce jugaron juntos hasta fines de 1984, cuando luego de pelear hasta el final por el título del Metropolitano que terminó ganando Argentinos finalmente Pachorra decidió aceptar una oferta para jugar en el Gremio de Brasil.
En total el que más jugó en la institución lógicamente fue Russo, quien inició y terminó su carrera en la institución, con 435 partidos y 12 goles entre 1975 y 1988. Los otros tres jugaron menos tiempo, aunque luego de irse volverían a tener un segundo ciclo.
Ponce totalizó 236 encuentros y marcó 44 goles entre 1980/86 y 1988/89, mientras que Sabella disputó 163 partidos y anotó 10 tantos entre 1982/84 y 1985/87. Por último Trobbiani sumó 149 PJ a lo largo de los cuales convirtió 21 goles entre 1982/85 y 1987/88.