Después de derrotar a Defensa, Banfield e Instituto el plantel de Estudiantes parecía camino a cosechar su cuarta victoria consecutiva ante Barracas Central. Sin embargo al equipo de Eduardo Domínguez se le escaparon dos puntos importantes en el cuarto minuto adicional.
A pesar de ser superior y enfrentar, quizás, al peor equipo de la Liga Profesional, el Pincha no aprovechó sus momentos y en el final lo pagó caro. En el análisis fino del cierre del partido, cuatro fueron los errores que llevaron al combinado albirrojo a resignar el triunfo.
El primero de ellos comenzó poco después de la apertura del marcador y tuvo que ver con el dominio de la pelota. Tras el 1-0 parcial Estudiantes decidió voluntariamente cederle la pelota y la posición en el campo a su rival, que sin ideas se fue acercando a base de pelotazos.
También inmediatamente luego del festejo de Alexis Manyoma se dio otro de los fallos claves del León: segundos después del gol pudo haber convertido el segundo, ya que Luciano Giménez malogró un mano a mano clarísimo. Más tarde pagó cara esa falta de eficacia.
Ya en el final, en los últimos segundos del partido, la jugada que desemboca en el gol de Nicolás Demartini tiene dos errores costosos. El primero tiene que ver con cómo regaló el tiro de esquina del cual viene el centro, en una jugada que no llevaba peligro.
El segundo, en tanto, corresponde justamente a la jugada en sí misma, en la que marca mal tanto en lo individual como en lo colectivo: Giménez habilita a todos, quizás por falta de oficio, mientras que toda la defensa permanece estática y pasiva sin anticipar el movimiento del zaguero rival.
¿Se equivocó Domínguez con los cambios en Estudiantes?
La decisión de replegarse luego de abrir un partido que tanto le había costado, consciente o inconscientemente, fue casi inmediata. En ese sentido los últimos dos cambios que realizó el Barba contribuyeron a que el equipo resigne la pelota y empiece a mirar más al reloj.
Solo dos minutos después del gol de Manyoma el DT decidió que el colombiano salga para reforzar la marca, propiciando el ingreso de Bautista Kociubinski, resignando peligro y velocidad en ataque. Cinco minutos más tarde profundizaría esa postura.
A los 38 del complemento el Barba cambió el esquema y puso cinco defensores, con el ingreso de Emanuel Dall’Aglio en la línea de fondo. Para eso salió José Sosa y el Pincha volvió a resignar manejo para meterse cada vez más atrás. Con el resultado puesto, la postura no salió bien.