El futuro de Ignacio Miramón en Boca parece tener punto final. El mediocampista de 22 años, que había arribado a mediados de 2024 desde el Lille a préstamo por 18 meses, no continuará en el club. Su contrato vence el próximo 30 de noviembre y la dirigencia ya decidió no ejecutar la opción de compra tasada en 3,5 millones de euros. De esta manera, el ex Gimnasia deberá regresar a Francia sin haber logrado consolidarse en el Xeneize.
Cuando Boca anunció su llegada, el 14 de agosto de 2024, Miramón llevaba consigo una doble promesa: la del volante de alto rendimiento que había brillado en el Lobo y la del jugador con experiencia europea, pese a que llevaba seis meses sin actividad en el Lille. La apuesta era darle rodaje para recuperar su mejor versión. Sin embargo, la realidad nunca acompañó a la expectativa.
Un ciclo para el olvido
Miramón debutó con Diego Martínez en el 3-2 ante San Lorenzo y sumó apenas cuatro partidos en ese ciclo, incluyendo un superclásico. Con la salida del Gigoló y el interinato de Mariano Herrón, volvió a tener minutos, pero siempre desde el banco. La llegada de Fernando Gago fue su etapa de mayor participación, con 11 apariciones, aunque sin lograr continuidad. Finalmente, con Miguel Russo quedó completamente relegado.
A pesar de haber integrado el plantel que viajó al Mundial de Clubes y ocupar un lugar en el banco ante Benfica, Bayern y Auckland City, no disputó ni un minuto. Su 2025 se redujo a solo tres presentaciones oficiales —ante Central Córdoba, Banfield y Estudiantes— y su último partido fue el 19 de abril. Desde entonces, ni siquiera volvió a estar entre los convocados.
En los últimos seis meses, Miramón pasó de ser una apuesta a convertirse en un futbolista completamente marginado. Sin rodaje, sin oportunidades y sin lugar en la consideración del cuerpo técnico, su salida es tan lógica como inevitable. Tras la desvinculación de Chiquito Romero, Boca suma otra baja confirmada para el cierre del año.