Aun sin sumar tantos minutos como en años anteriores, José Sosa es una parte grande del Clásico Platense. El volante de Estudiantes jugó el primero en 2003, donde marcó el gol de la victoria hizo el último gol del Pincha en UNO ante Gimnasia, en la victoria por 4 a 1.
Con una carrera repleta de éxitos, a sus 40 años José está en la puerta de un nuevo Clásico. Sabe que no le tocará jugar y estará en el banco, pero desde allí conduce con liderazgo y sabiduría. No pone mala cara y desde su pegada, asoma como un arma viable para destrabar un partido cerrado.
“Todos los clásicos para mí son especiales. La verdad es que ya son un montón, pero todos son muy lindos para jugar”, tiró el Principito entre foto y foto con los hinchas que fueron al estadio a pispiar la práctica.
“Para más que nada nosotros que salimos acá del club y sabemos lo que significa más allá de los momentos de cada de cada equipo, así que con mucha ansiedad y ya estamos metidos. El contexto no importa, lo que pasa en el otro lado. Nunca, nunca importó porque son partidos especiales para nosotros, para la gente y es eso lo que venimos sintiendo esta semana”, prosiguió Sosa, manifestando que la situación que pasa Gimnasia en lo particular no incidirá en como ellos salgan a jugar el domingo.
El volante sabe que tienen una gran chance de regalarle una alegría a su gente, por lo que deberán dar un plus. Y con esa idea clara se despidió entre fotos y autógrafos, exponiendo que su presencia en el club se reconoce cada vez más.