Sebastián Gorga llegó como uno de los refuerzos para ser una opción en la defensa para Gustavo Alfaro, pero hasta el momento nunca pudo ser tenido en cuenta debido a que su físico le jugó una mala pasada.
Hace dos semanas había sufrido un esguince en su tobillo lo cual lo marginó de los entrenamientos, justo cuando parecía recuperado de sus dolencias musculares. Había entrado en contacto con la pelota por primera vez.
Ya recuperado, el central uruguayo comenzó esta semana entrenando a la par del grupo, lejos de las camillas de kinesiología en las cuales se pasó gran parte de su tiempo ni bien arribó a la institución.
Ahora espera, de una vez por todas, poder entrenarse con normalidad y poder estar a disposición de Gustavo Alfaro, que tanto pidió por él pero al que todavía no pudo utilizar como esperaba.