Otra derrota más. Durísima para Gimnasia. Durísima para este arranque que potencia la crisis. Un final del 2024 para el olvido. Un arranque del 2025 en la misma sintonía. Y la bronca de la gente que una vez más se hizo escuchar. Sí, el Lobo no levanta cabeza. Volvió a caer, esta vez 2 a 0 ante San Lorenzo de local y no sólo se fue silbado (con insultos también para la dirigencia): también puso en duda la continuidad de su técnico. De hecho, el DT declaró en conferencia que debe “pensar” su futuro.
Gimnasia se derrumbó en el segundo tiempo. Porque en el primero, había sido levemente mejor que San Lorenzo. De hecho, Briasco estrelló un remate en el travesaño, que hubiese sido el 1 a 0 y quizás otra historia. Pero esa pelota no entró y si bien luego Ingolotti también salvó su arco del primer grito, el panorama parecía otro.
Sin embargo, en el ST todo cambió. Gimnasia no salió igual que el primero y el equipo se fue perdiendo de a poco. Hasta tener una actuación decepcionante. Porque cuando el partido estaba parejo, otra falla de Suso, uno de los refuerzos, hizo que Vombergar marcara el 1 a 0 y a partir de ahí todo se hizo cuesta arriba para el equipo de Méndez.

La bronca de los hinchas
La gente, enojada, jugó su partido. Es lógico: el hincha del Lobo hace rato que viene disconforme con el equipo y ya no se le puede pedir más paciencia. Por eso, ahí mismo, empezaron las protestas. Porque el equipo no dio señales de reacción. Y cuando llegó el segundo del Ciclón, en una serie de errores defensivos (todos mirando cómo Cecchini definía), ya la cancha explotó.
Ahí empezaron los silbidos y, luego, los insultos para la Comisión Directiva, apuntada por los últimos dos mercados de pases. La cuestión es que todos son responsables de este momento. Porque Méndez tampoco encontró respuestas en esta preparación. Y por eso, su continuidad está en duda. Porque decididamente, no logró encaminar el equipo y ya la racha es súper negativa, difícil de sostener: apenas dos triunfos en 17 partidos y cinco derrotas de manera consecutiva.
Por todo, es un momento muy delicado del Lobo, porque todo lo que pasó esta vez en el Bosque fue muy parecido al final del 2024. Es decir, pasó la pretemporada y, en el final del mercado, el equipo no logra cambiar su cara. Y ahora, encima, puede quedarse sin DT…

